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20/01/2024
Emergencias y esperanzas

TSE crea nuevos asientos electorales

Manuel Morales Álvarez
Manuel Morales Álvarez

Sorprende que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), a través del vocal Francisco Vargas, anuncie la creación de nuevos asientos electorales. Sorprende por el número, la premura de hacerlo antes del Censo de Población y Vivienda a realizarse este 23 de marzo de 2024 y algunas de sus características que pasaremos a analizar.

Lo primero, definir qué se entiende por asientos electoral:

Para el TSE, “asiento electoral” es “un lugar o punto geográfico determinado, pudiendo ser capital, ciudad intermedia o localidad, en el que se establecen el servicio o facilitaciones físicas y legales necesarias para el ejercicio del sufragio, compuesto por notarías electorales, recintos electorales y mesas electorales”. Y, “recinto electoral” es la “infraestructura o ambiente ubicado en un asiento relectoral, donde se instalan una o varias mesas de sufragio para que los ciudadanos habilitados concurran a votar”.

De manera puntual, nuevos asientos electorales es igual a más población electoral, más notarías electorales, más recintos electorales, más mesas electorales, todo esto con su sistema de codificación y ubicación precisa, georreferenciada.

El 15 de enero de 2024, integrantes del Conade entregamos una carta a Óscar Hassenteufel, presidente del TSE, dando a conocer que el 5 de enero de 2024 se difundió la información de que “durante la gestión 2023 se crearon 84 nuevos asientos electorales, se procedió al ajuste de 73 nombres de distintos asientos y se actualizaron 284 áreas, rurales y urbanas, según informó el presidente en ejercicio del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Francisco Vargas” (https://eju.tv/2024/01/en-2023-se-crearon-84-nuevos-asientos-electorales/).

De igual modo, el TSE realizó la actualización y sistematización de la base de datos de geografía electoral de los recintos electorales a nivel nacional con la creación de 189 nuevos recintos electorales, 10 cambios de distrito, 69 cambios de zona y 538 cambios de nombre. Se estableció también un protocolo de reorganización de 183 recintos electorales mixtos.

“Tras la consolidación de la información de cuatro departamentos, la Sala Plena del TSE recibirá un informe de la Unidad de Geografía y Logística Electoral (UGLE) para su consideración; se espera la aprobación oportuna del mismo en los primeros meses de la gestión 2024, esto permitirá mejorar la logística electoral en los procesos venideros”, dijo Vargas

En mérito a la información anterior, el Conade solicitó el protocolo de reorganización de 183 recintos electorales mixtos; la actualización y sistematización de la base de datos de geografía electoral de los recintos electorales a nivel nacional; la ubicación georreferenciada de cada uno de los recintos electorales; los mapas de las circunscripciones especiales indígenas, toda vez que se habla de recintos electorales “mixtos” y el desglose de los recintos electorales especiales indígenas.

Según el artículo 146 de la Constitución Política del Estado, con los datos del nuevo Censo de Población y Vivienda, el OEP realizará la redistribución de escaños, y por supuesto, habrá modificaciones en las circunscripciones uninominales y especiales indígenas. No existiendo aún datos del Censo, llama la atención la creación de nuevos asientos electores.

Los recintos electorales “mixtos” son mesas electorales en las que los ciudadanos de áreas rurales emiten su voto mediante papeletas electorales donde puede “optar el votante” por el “diputado uninominal o especial indígena de su elección”, sin ningún tipo de identificación que permita establecer su “autoidentificación”. En otras palabras, algunos integrantes de la mayoría poblacional de una circunscripción, por ejemplo la 24 de Cochabamba, al mismo tiempo puede votar y definir la elección de la Circunscripción Uninominal Indígena de Cochabamba, cuyos votantes asisten a los recintos electorales mixtos sobrepuestos en el mismo espacio geográfico.

Mientras el Censo de Población y Vivienda no releve información verídica sobre el electorado “especial indígena” y el TSE no tenga un mecanismo de registro e identificación de estos votantes, no debería rediseñarse la arquitectura de estas circunscripciones.

Mientras tanto, lo que hace el TSE al crear nuevos asientos electorales huele a fraude.



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