La Paz, 03 de diciembre de 2023
EFE/EPA/Cristóbal Herrera-Ulashkevich
Ana Mengotti
Miami / EFE
El sur de Florida, con una parte de su territorio todavía
salvaje y su particular mezcla de culturas, tiene su propio apartado en la
exposición “Criaturas míticas: dragones, unicornios y sirenas”, que abrió sus
puertas en Miami para mostrar la intersección entre ciencia y leyenda.
El “Mono apestoso” de los Everglades, un especie de homínido gigante y con pelo
en el cuerpo similar al “pie grande” o al “yeti”, el chupacabras y la sirena
forman la trinidad floridana en una exposición que rastrea las raíces naturales
y culturales de algunas de los mitos más conocidos en el mundo.
El Museo de Historia de Miami acoge esta muestra itinerante creada por el
Museo de Historia Natural de Nueva York en colaboración con otros museos de
Canadá, Australia y EEUU.
Entre otras cosas, la exposición presenta representaciones de criaturas
míticas, algunas del mismo tamaño que se les atribuye, junto a fósiles u otros
elementos naturales que podrían ser el origen de mitos como los gigantes, los
cíclopes o las sirenas.
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Así, en una vitrina se expone un enorme hueso de mamut que pudo ser visto en la
antigüedad como el fémur de un hombre gigante y la calavera de un elefante
enano con un hueco correspondiente a un cuerno a la altura de los ojos que
podría haber dado pie a la leyenda del cíclope, el gigante Polifemo de la
Odisea que solo tenía un ojo.
Explicar lo inexplicable
Natalia Crujeiras, directora del Museo, dijo a EFE que las criaturas míticas
han servido para explicar lo inexplicable y contar historias, pero también para
mostrar valores opuestos.
Un unicornio bañado de una luz rosada como símbolo de pureza y singularidad
contrasta en esta exposición con la figura de un “Kraken” o calamar gigante de
ojos luciferinos que simboliza la maldad.
“Siempre que traemos una exhibición internacional o nacional hacemos una
investigación específica para Miami, para centrarla y traerla a casa”, dice
Crujeiras en un recorrido por la exposición al llegar a la sección “Mithic
Miami”.
Del “mono apestoso” (Skunk Ape en inglés), que forma parte de las leyendas de
los indios miccosukees con el nombre de “Esti Capcaki” (hombre alto), existen
referencias escritas desde 1818.
En la exposición se muestra un video de un supuesto mono apestoso corriendo por
los Everglades, un inmenso humedal que empieza donde termina Miami por el
oeste.
El video fue tomado por Dave Shealy, el mayor estudioso del “mono apestoso”,
quien desde hace 40 años sale casi a diario al encuentro de este homínido del
que se dice que mide más de 7 pies de alto (2,35 metros) y espanta por su olor
a huevos y carne podridos.
Shealy afirma haberlo visto varias veces en la reserva nacional Big Cypress,
parte de los Everglades.
Los interesados en Skunk Ape pueden obtener más información a través de unos
teléfonos que sirven para escuchar mensajes grabados por Shealy y el arqueólogo
Robery Cart.
Lo mismo hacen un sacerdote de vudú, el haitiano Jude Papaloko Thegenus, y el
director de comunicación del zoológico de Miami, Ron Magill, para hablar de la
sirena y el chupacabras, respectivamente.
El chupacabras
Crujeiras dice que en el caso de las sirenas, de las que hay
referencia en la Odisea y en las crónicas americanas de Cristóbal Colón, no
solo son vistas como criaturas mitológicas, sino que son asociadas a una
divinidad de religiones de origen africano.
Sobre el chupacabras, un fenómeno que empezó en Puerto Rico y se volvió
internacional, Crujeiras dice que llegó al sur de la Florida en 1996, cuando se
empezaron a reportar ataques a animales.
“Fue visto como un problema de Seguridad Pública porque la gente que tenía
animales se empezó a armar y amenazar con que iban a matar a quien se les
acercara”, cuenta la directora del museo.
Ron Magill tuvo un papel importante en calmar a la población y a la vez
desmitificar al chupacabras, al realizar frente a las cámaras de los medios
necropsias en la que se vio como los animales tenían órganos y sangre en sus
cuerpos y no se los habían “chupado”.
La exposición muestra también que muchas de las criaturas míticas son
compartidas por culturas de distintos continentes, como el dragón, presente en
el imaginario de Asia y Europa, y también de América (la serpiente emplumada de
los aztecas), aunque con distinto significado.
BD / RED