Carta de un ciudadano de la tercera edad al joven Vicepresidente

Muy distinguido señor, don Edmand Lara:

No me dirijo a usted como capitán porque sé que ya no lo es, más allá de su honroso paso por la Policía Boliviana; honroso ante todo porque usted se atrevió a denunciar hechos de corrupción que están asfixiando a esa institución.

En primer lugar, tengo que felicitarlo porque usted ha captado la simpatía y el apoyo de una importante parte de los bolivianos, y eso no es poca cosa. Usted puede sentirse muy feliz y muy orgulloso de su logro, porque como muchos analistas lo dicen, su apoyo a don Rodrigo Paz fue determinante para el triunfo de su fórmula.

Ahora bien, estando usted a punto de inaugurarse como Vicepresidente de nuestro país, me permito, como ciudadano viejo, hacerle algunas sugerencias y recomendaciones. La primera es que haga suyo el respeto a la humildad. No deje que se le suban los humos y sea tajante con los llunk’us de cualquier laya. Deconfíe de ellos, son el peor lastre para un hombre de Estado y pueden llevarlo a la ruina.

Los llunk’us pueden convertirlo en la persona que usted más detestaría. Sea extremadamente cuidadoso con esa fauna. Recuerde lo que estos hicieron de Evo Morales, más allá de que la materia prima tampoco era muy buena.

Usted es una persona relativamente joven y esta caminado por arenas movedizas o un parquet muy resbaloso. Las primeras pueden atraparlo, el segundo pueden llevarlo a la esquina menos adecuada del salón. Camine con cuidado, con mesura, sin impulsos, pensando mucho, muchísimo, antes de actuar y antes de hablar.

Las declaraciones espontaneas pueden parecer muestras de sinceridad y de valor, pero son trampas. Decir lo que no se quiso, en realidad, es un gran error en los políticos. Es detestable necesitar que alguien del partido interprete lo que uno en realidad quiso decir. Un hombre de Estado piensa lo que dice y solo dice lo bien pensado.

Usted encontrará muchos anticuerpos. Muchos lo van a rechazar por razones inconfesables de clasismo. Otros, posiblemente, porque lo vean muy autoritario. En el primer caso, es el precio de llegar a tener un alto cargo, viniendo de espacios más modestos, pero eso es poco importante.

En el segundo caso, tenga usted cuidado. A muchos bolivianos les gusta la mano dura, el kimsa charani. No son solo los derechistas, también lo son los de izquierda, pero recuerde que una mano firme es algo muy deseable, pero una mano dura es, ante todo, un instrumento para perpetrar el abuso.

Muchos han echado el grito al cielo cuando usted dijo que también mandaría a la cárcel al Presidente si este actuara deshonestamente. Yo le felicito por esa postura, no se debe tener consideración por nadie que cometa un delito y se debe esperar la máxima honestidad de quienes manejen el Estado, pero no olvide usted que hay algo más importante, y eso es que el estado no cometa jamás una injusticia. Más allá de su celo respeto al manejo del estado, recuerde que no hay peor cosa que una falsa acusación.

Le sugiero que haga suya la campaña para acabar con la ignominia de la prisión preventiva, una terrible tergiversación de la justicia de nuestro país. Una sociedad justa puede permitirse algunos criminales sueltos, pero por nada del mundo un inocente tras las rejas.

38 años no son poca cosa, es posiblemente la mitad de la vida, pero es para un estadista también un tiempo para aprender.

Le sugiero que lea mucho, que se haga aconsejar, y no solo con una persona para utilizar su tiempo de lectura en forma muy provechosa. Dedique tiempo para estar solo, para pensar y para deglutir lo leído, lo aprendido, no solo en la lectura. No haga de su cotidiano un carrusel de actividades, eso solo lo dejará vacío y dependiente del público y el aplauso (eso lo hemos vivido en forma exacerbada).

Usted tiene la oportunidad de convertirse en una figura política importante e influyente y positiva. Le reitero, lo más importante, no se crea dueño de la verdad, ni de la virtud. Muchos bolivianos tienen grandes esperanzas en usted. Su rol es, sin lugar a dudas, apoyar al Presidente, eso tiene que estar claro.

Le deseo todo lo mejor, le deseo una vicepresidencia de 10 años, y quien sabe una presidencia posterior. A los 50 se tiene más experiencia que a los 40.

Agustín Echalar es operador de turismo.