cerrarIMG-20250923-WA0008IMG-20250923-WA0008
BEC_ZAS_1000x155px
BEC_ZAS_1000x155px
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
Brujula Digital BancoSol PDF 1000x155px
Intensamente | 24/10/2025

Nuevo ciclo: partidos democráticos y modernos como vacuna contra el populismo

Carlos Hugo Laruta
Carlos Hugo Laruta

La victoria electoral de Rodrigo Paz Pereira, el "impensado ganador", se debe a que algunos líderes no interpretaron correctamente la historia política boliviana de los últimos 60 años, ni los cambios en las relaciones de poder de los últimos 20.

Concluir un ciclo de un enorme populismo autoritario e iniciar un nuevo ciclo diferente es inherentemente difícil para una comunidad política plural como Bolivia, pero este momento histórico clave está marcado por la puja y la necesidad urgente del nacimiento de partidos políticos modernos.

Resultados ambivalentes y populismo

El MAS-IPSP gobernó por 20 años con un balance profundamente ambivalente, producto de la fusión entre el radicalismo izquierdista de sus líderes y el corporativismo social emergente. Sus logros incluyen la visibilización indígena, la ampliación de la élite de poder a sectores mestizo-indígenas y los avances en un paquete de asistencia social del Estado (Renta Dignidad, Bonos, SUS).

No obstante, su gestión fue marcada por un fuerte autoritarismo y prácticas antidemocráticas que excluyeron casi a la mitad de la población de las decisiones políticas centrales. Además de que se subordinó a las organizaciones sociales a través de la corrupción y el prebendalismo.

El estatismo económico irresponsable frenó la iniciativa privada y, en su efecto más perverso, profundizó al extremo la polarización étnica y regional (occidente Vs Oriente; indios Vs blancos). En síntesis: el MAS dejó un legado de avances sociales mezclados con retrocesos democráticos.

Hora de los partidos democráticos y modernos

El proceso electoral de 2025 es un momento fundacional que exige un salto cualitativo para superar la inestabilidad derivada del fenómeno histórico del MAS-IPSP y sus posturas extremas. La prioridad esencial para la democracia boliviana es la transición de las fuerzas políticas que emergieron de ser solo circunstanciales a ser partidos políticos sólidos y modernos, siendo crucial la consolidación de estructuras partidarias de corte liberal y socialdemócrata, dadas sus condiciones de viabilidad.

Este nuevo sistema de partidos estable es un imperativo para el futuro del país, y los líderes deben asumir el compromiso de aportar a la institucionalidad política con partidos duraderos, como único camino para asegurar la estabilidad democrática y disminuir la posibilidad de otros ciclos populistas.

Socialdemocracia y oportunidad de oro

El 55% de apoyo electoral obtenido por Paz-Lara representa una combinación de un voto menos homogéneo que el voto individualizado, lo que convierte a la dupla en una fuerza poderosa electoralmente, pero potencialmente frágil en la gobernanza y la gestión.

Esta base de apoyo electoral se compone de una porción significativa de ciudadanía individualizada y una parte casi igual, aunque menor, de ciudadanía corporativista. Esta mezcla, si bien impulsa la victoria, es inherentemente volátil en su componente corporativista, exigiendo el diseño urgente de un nuevo modelo de relación democrática entre el Estado y las vastas organizaciones sociales históricamente vinculadas al MAS.

La consistencia de su electorado individualizado hace que la socialdemocracia sea limitadamente vulnerable a la escalada rápida de la acción colectiva de demanda y protesta que puede impulsar su componente corporativista.

Se estima que el apoyo a Paz Pereira incluye un 30% de voto individualizado y un 25% de voto corporativista, derivado de la orfandad en que quedaron las estructuras intermedias de las grandes organizaciones sociales del campo popular y posibles acuerdos logrados con Paz Pereira y Lara.

La preponderancia del triunfo de Paz Pereira en La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Cochabamba sugiere que gran parte de esta ciudadanía corporativista está inicialmente conquistada. La inclusión en el balotaje de votos del Chapare parece más una decisión táctica de la debilidad política actual de Evo.

La ideología socialdemócrata del ganador y su apoyo político natural más importante, de Unidad de Samuel (el centro buscado) enfrenta, por lo tanto, el desafío crucial de institucionalizar y estructurar una nueva organización política que integre, de manera estable, esta enorme base social "mixta".

La composición de la fórmula Paz (ciudadano individual) y Lara (intermediario popular con vínculos corporativistas) es un reflejo de esta combinación. Aunque Lara no es un dirigente sindical histórico, lo que podría ser una debilidad, puede transformarse en una fortaleza si el liderazgo socialdemócrata logra articular una nueva visión de país y una relación moderna y democrática con la ciudadanía corporativista que le apoyó

Liberalismo, oportunidad de nacer fortalecido

Las experiencias de partidos previos (FSB, ADN y Podemos), representaron solo intentos de estructuración política que deben ser superados por una nueva formación moderna. El 45% del voto de Tuto se distingue por su alta homogeneidad y consistencia ideológica, representando claramente a la ciudadanía individualizada que tiene una acción política informada y elaboración de criterios propios.

Es una fuerza masivamente urbana. Su votación mínima constante del 30% en todas las capitales, con picos superiores al 60% en Santa Cruz, confirma que esta ciudadanía individualizada es ahora una fuerza política sólida, casi equivalente en peso a la corporativista.

Este voto individualizado debe ser la base para la urgente construcción de un partido liberal moderno, que debe centrar su estructuración en los lugares de apoyo más fuerte como Santa Cruz, Beni y Tarija. Su desafío estratégico deberá también expandirse en algún momento hacia la ciudadanía corporativista del occidente del país, lo cual es indispensable para asegurar triunfos electorales sostenibles y vencer las limitaciones históricas de FSB, ADN y Podemos.

Izquierda radical: legal o delincuencial

La probabilidad de que el bloque popular del MAS-IPSP se repita más adelante es muy baja, debido a que su cúpula agotó y destruyó la acumulación histórica de organización e ideología que le dieron origen.

Si Evo Morales busca reposicionarse necesita una refundación bajo nuevos términos. Su futuro se limita a dos opciones: o virar hacia un radicalismo delincuencial y terrorista, vinculado al narcotráfico, en un escenario similar al de Colombia; o girar estratégicamente hacia la socialdemocracia, acercándose a esa corriente, pero con su propia identidad, que está aún indefinida.

Para finalizar, este 2025 tiene un mensaje sociopolítico crucial. Entonces, líderes políticos, recuperando y valorando lo democrático que viene del 52 y de los últimos 20 años, vean que hoy el proceso político visibilizó a los partidos modernos que buscan nacer. Impúlsenlo con urgencia para evitar un nuevo ciclo de populismo autoritario y quizá algo más grave.

Carlos Hugo Laruta es sociólogo boliviano.



BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
Recurso 4
Recurso 4
ArteRankingMerco2025-300x300
ArteRankingMerco2025-300x300