La Paz, 02 de diciembre de 2024
Visión Sostenible |04|11|24|
Por Manuel Filomeno
La LegalTech está transformando el ámbito legal en Bolivia, introduciendo plataformas informáticas, audiencias virtuales y el uso de la Inteligencia Artificial (IA), aunque con cierta resistencia. Este fenómeno, que se popularizó durante la pandemia de Covid-19, combina la legalidad con la tecnología para facilitar la prestación de servicios legales.
Alberto Salamanca, director de la carrera de Derecho de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que Bolivia ha empezado a implementar herramientas tecnológicas en la gestión jurídica, permitiendo a los abogados interactuar digitalmente con autoridades judiciales y organismos gubernamentales. Sin embargo, el sistema judicial todavía mantiene prácticas tradicionales, lo que dificulta el acceso a la información.
“A partir del Derecho Informático, hemos empezado en Bolivia, con la generación de distintos programas o softwares que nos sirven para la gestión jurídica. Por ejemplo, tenemos lo que es ciudadanía digital, que permite a los abogados estar en contacto a través de plataformas digitales con las autoridades judiciales, Ministerio Público, juzgados, pero también con Impuestos, SEPREC, en el caso empresarial, o la Gestora Pública, en el caso de la seguridad a largo plazo”, asegura.
La pandemia ha acelerado el uso de estas herramientas, mostrando que son esenciales para la gestión de procesos legales, aunque no necesariamente para facilitar los procedimientos en sí. Salamanca menciona que el cambio es inevitable, citando el avance de la robótica en el sector jurídico en países como China.
En Bolivia aún se aplica la gestión híbrida, por un lado, implementando las nuevas herramientas tecnológicas disponibles y por otro, realizando muchas de las tareas de manera tradicional.
La IA promete revolucionar la práctica legal al automatizar tareas, analizar grandes volúmenes de datos y predecir resultados. Esto permitirá a los abogados, asegura Salamanca, acceder a información más relevante y tomar decisiones informadas, como ejemplifica el uso de IA para redactar normativa en Brasil.
“Ha ayudado en acelerar el proceso y entender que tenemos que utilizar estas herramientas tecnológicas para facilitar la gestión de los procesos, no para facilitar los procesos, sino su gestión”, puntualizó el jurista.
Ciudadanía digital y gobierno electrónico
La LegalTech –palabra que viene de legal y tecnología– también ha permitido levantar, poco a poco, el peso de la burocracia de los hombros de los ciudadanos, ofreciendo soluciones digitales a algunos de sus trámites.
“El Gobierno Electrónico es un enfoque de gestión, el cual no es exclusivo de las entidades gubernamentales ya que puede ser aplicado en todo tipo de instituciones y esto involucra principalmente que los procesos fundamentales de la entidad que aprovechan los recursos tecnológicos existentes, no sólo en términos de infraestructuras, redes de datos, servidores, sino también en términos de aplicaciones, como bases de datos hasta aplicaciones para sistematizar procesos, de modo que éstos puedan hacer más eficientes los servicios que se brindan a sus usuarios”, explica Roberto Zambrana, miembro del capítulo boliviano de la Internet Society (ISOC) y exdirector de Gobierno Electrónico y Modernización del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP).
A pesar de los avances, la adopción de la LegalTech enfrenta un desafío generacional, ya que los nativos digitales y los que crecieron con modelos tradicionales deben encontrar un equilibrio. La alfabetización digital se vuelve crucial para facilitar esta transición.
Salamanca destaca que, aunque los jóvenes son más receptivos a la tecnología, muchos de sus formadores siguen usando métodos tradicionales, lo que complica la integración de ambos enfoques. Zambrana añade que, a pesar de algunos avances desde 2018, aún falta interconexión entre los sistemas de distintas entidades.
La implementación efectiva del Gobierno Electrónico en Bolivia requiere compartir información entre instituciones, en lugar de crear bases de datos independientes. El camino hacia la ciudadanía digital está lleno de retos, pero la LegalTech ofrece un marco prometedor para superarlos.