Lindaura y Miranda ya descansan en paz en Cochabamba

Brújula Digital |11|2|24|

Una suave lluvia fue el preámbulo para dar el último adiós a Lindaura y Miranda. Hasta el cielo cochabambino lloró la tarde de este domingo, cuando los féretros de madre e hija subieron a los carros fúnebres que las trasladaron hasta su última morada.

A las pocas gotas de la lluvia se sumaron las lágrimas de sus familiares, amigos y desconocidos, que conmocionados por la forma en la que las quitaron sus vidas, llegaron hasta el cementerio privado La Concordia, en el municipio de Colcapirhua, para despedirse de la madre e hija, en medio de tristeza.

“Eran muy solidarias y tranquilas. Mi tía era una persona muy emprendedora, era un ejemplo para todos nosotros, con profunda tristeza la despedimos y siempre las recordaré con mucho amor”, declaró al periódico Los Tiempos la sobrina de Lindaura y prima de Miranda, Katherine Vega, quien siguió de cerca el caso, desde la ciudad de La Paz.

El crimen de la madre e hija ocurrió el 4 de febrero en manos de Gabriel Edmundo M. R., su anticresista, y Wilfredo Luis S. S., un albañil. El primero fue identificado como el autor intelectual y material del crimen; y el segundo, ayudante y cómplice.

Entre ambos las estrangularon y acabaron con la vida de las mujeres por un móvil económico. Los cuerpos de madre e hija fueron hallados cerca de un río en el municipio de Viacha, cuatro días después de su desaparición.

Antes de su cristiana sepultura, Katherine Vega, denunció en su cuenta de Facebook que antes de estrangularlas y asfixiarlas a sus familiares, sus victimarios las habría torturado.

“Han torturado a mi tía María Lindaura Vega Jaldín y a mi sobrina Miranda Tejada Vega. Antes de estrangularlas y asfixiarlas, quebraron cada una de las costillas de mi tía, también su cráneo y pierna, para luego comprimirlas y doblarlas de tal manera que parecían cualquier cosa menos cuerpos humanos”, publicó en su cuenta de Facebook.

Rosas blancas cubrieron los ataúdes de las dos mujeres cuya muerte consternó a la población, por ello, en las pocas horas que fueron veladas en la ciudad de La Paz, amigos, vecinos, compañeros de universidad de Miranda y conocidos llenaron el salón para despedirse; lo mismo sucedió en Cochabamba.

RBD/WPS