En medio de la desconfianza que dejó la experiencia del TREP en 2019, el Organismo Electoral convocó a organizaciones políticas, medios y misiones nacionales e internacionales de observación para presenciar el primer simulacro público del Sirepre. La MOE de la Fundación Jubileo acudió a las 17:30 al campo deportivo de The Strongest y, durante la explicación del director del Serecí, David Dávila, muchos puntos resultaron aclarados, aunque no totalmente observables.
El simulacro del domingo 27 de julio, con más de 6.000 operadores desplegados en los nueve departamentos demostró que existía coordinación nacional y capacidad operacional, ya que el personal de las direcciones de Procesos Electorales, Registro Cívico y Tecnologías respondió preguntas y organizó la transmisión de datos desde 27. 500 mesas hacia la sala nacional del Sirepre, instalada en La Paz.
El TSE informó que se simuló la operación en 506 mesas y 876 recintos, logrando procesar el 65 % de las actas en el tiempo previsto, a pesar de contar solo con la mitad del personal planificado. Los visitantes no pudieron presenciar todo el operativo, pero pudieron confirmar la existencia de salas de transcriptores y un centro de monitoreo operativo, al que llegaban los resultados desde todos los departamentos
Los sistemas de transmisión rápida de resultados, como el Sirepre en Bolivia, están diseñados para generar y publicar resultados preliminares durante la jornada electoral mediante la digitalización inmediata de las actas. En cada mesa de votación, un operador envía al centro de cómputo una fotografía del acta firmada por jurados y delegados. Esta transmisión inicia apenas cierra la votación y puede llegar hasta un 80% del avance del conteo preliminar hacia las 20:00 horas y concluye a las 00:00 de la jornada.
En Bolivia, el TREP fue implementado por primera vez en las elecciones generales de octubre de 2019 con la finalidad de digitalizar actas y publicar avances en tiempo real. Pero cuando el sistema había alcanzado aproximadamente el 84% de las actas procesadas se detuvo abruptamente durante casi 24 horas, lo que generó intranquilidad política y ciudadana, acusaciones de manipulación y una histórica ola de protestas. Posteriormente, la misión de la OEA concluyó que hubo manipulación dolosa del proceso y recomendó renovar el Órgano Electoral y convocar a nuevas elecciones.
Después de esa crisis, el TREP estuvo ausente en las elecciones de 2020. En las elecciones de este agosto, con otro nombre, la transmisión rápida de resultados preliminares se desarrollará por primera vez hasta concluir con su objetivo: publicar los resultados preliminares el mismo día de la jornada electoral. Para esto, se aprobó un proyecto de ley para establecer la obligatoriedad del TREP en los procesos electorales, referendos y revocatorias, comprometiendo la transmisión de resultados preliminares en un máximo de tres horas tras el cierre de votación y asegurando que esta información sea auditada y no vinculante. El Senado sancionó esa norma en junio, que fue promulgada mediante la Ley 1632.
El Sirepre, por tanto, no es completamente novedoso. Se apoya en lecciones acumuladas desde 2019 en áreas técnicas, operativas, de seguridad y de visibilidad pública. Y la experiencia demuestra que los resultados preliminares solo resultan útiles si se emiten de forma confiable, continua y sin interrupciones; que cualquier falla operativa puede deslegitimar el proceso, incluso si el resultado final no cambia; y que la ciudadanía exige transparencia en la norma, en la capacidad técnica y en la gestión del proceso.
Está claro que este simulacro representa un avance importante para el TSE y para el proceso electoral, pero debe estar acompañado de una actitud de transparencia desde el organismo electoral para responder consultas e informar sobre quién desarrolló el sistema, su trazabilidad, la posibilidad de auditoría, la capacitación de los operadores, el formato de la información disponible a partir de las 20:00 del domingo 17, las diferencias con el cómputo nacional, los medios y horarios de difusión de los resultados preliminares; la forma en que la población verá los resultados; la posibilidad de consulta y de descarga de las imágenes de las actas y la necesidad de capacitar a notarios, jurados, guías e incluso Policía, y sobre otros temas que aún no se ha informado de manera amplia.
Los resultados de la reunión de evaluación del Sirepre deben comunicar con claridad los avances concretos para garantizar que la ciudadanía tenga acceso efectivo a información desde las 20:00 de la jornada electoral, tal como se ha previsto. Para esto, la MOE de la Fundación Jubileo entregó recomendaciones orientadas a construir una campaña explicativa que comunique cuanto antes y de forma masiva, sobre las consultas pendientes de los electores.
Si bien el simulacro del domingo pasado demostró que existe capacidad operativa en el TSE, aún falta voluntad para transparentar. La ciudadanía no exige perfección, pero sí información verificable y la seguridad de que este sistema pueda ser auditado. De esta forma, el día de la elección, los resultados serán legítimos no porque el sistema lo declare, sino porque todos podrán comprobarlos.
Sandra Verduguez es comunicadora social.