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Sostenibilidad| 04/03/2022

Opinión - Sostenibilidad ¿qué es?

Opinión - Sostenibilidad ¿qué es?

La sostenibilidad nos remite a la noción de equilibrio, de integración de todos los elementos de un sistema.

Por: Marianela Curi*

En el último tiempo se habla mucho de sostenibilidad, de desarrollo sostenible, de objetivos de desarrollo sostenible, pero ¿qué es realmente la sostenibilidad y ser sostenible?

La sostenibilidad nos remite a la noción de equilibrio, de balance, de integración de todos los elementos de un sistema para su adecuado funcionamiento presente y futuro. Un sistema nos habla de varias partes que funcionan de manera simultánea e interconectada, puede ser un sistema biológico, social, institucional o político, donde las distintas partes son como los engranajes de una máquina. Si se daña o desequilibra una de ellas, el sistema deja de funcionar de manera adecuada. El sistema más cercano a nosotros es el cuerpo humano, si una de sus partes falla, enfermamos y no podemos desempeñarnos de manera efectiva, por lo tanto, debemos cuidar nuestro sistema velando por que todos sus subsistemas funcionen de manera saludable y equilibrada.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de desarrollo sostenible? La primera definición la planteó la Comisión Bruntland en 1987 y dice que es aquel desarrollo que busca satisfacer las necesidades presentes sin poner en riesgo la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras, pero ¿qué implica esto?

En primer lugar, nos habla de satisfacer necesidades y éstas son variadas: sociales, como la salud, la educación, los derechos humanos; económicas, como el empleo, los ingresos, los ahorros; culturales, como la identidad, el idioma o las costumbres; políticas, como la necesidad de pertenecer a un grupo, y todas se deben satisfacer al mismo tiempo y de manera equilibrada para que las personas y los sistemas sociales funcionen adecuadamente.

Hace referencia a las futuras generaciones, esto implica que debemos velar porque nuestros hijos y nietos puedan también satisfacer sus necesidades, por lo que debemos articular el presente con el futuro y tener en cuenta un elemento que es indispensable para satisfacer esas necesidades, la naturaleza, de ella obtenemos lo esencial para nuestra vida y para nuestro bienestar: agua, alimentos, abrigo, materias primas para los procesos productivos. Todo lo que necesitamos en nuestra vida tiene su origen en la naturaleza, por lo que es vital cuidarla y conservarla, pues los recursos que ella nos da no son infinitos, tienen un límite y si no respetamos ese límite y la capacidad de regeneración de la naturaleza, corremos el riesgo de perder esos recursos en el futuro e iniciar un camino sin retorno para nuestra especie. Es por ello que es tan importante cuidar la fuente que nos da lo necesario par vivir, haciendo un uso racional de lo que nos brinda, porque cada vez somos más personas con menos recursos en el planeta.

Hoy entendemos el desarrollo sostenible como la búsqueda de una sociedad global, sin pobreza, fundada en el respeto a la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. Para acelerar el tránsito hacia este modelo, se aprobó en 2015 la Agenda 2030 y sus 17 objetivos de desarrollo sostenible, la misma que tiene un enfoque sistémico e integral y que los países del sistema de Naciones Unidas se han comprometido a cumplir hasta el año 2030, sin dejar a nadie atrás.

La transición hacia sociedades y modos de vida sostenibles a escala global, regional y local implica una profunda transformación en la manera de pensar y de actuar, un cambio en la forma en que los individuos y las sociedades se relacionan consigo mismos, entre sí y con la naturaleza de la cual todos somos parte; una transformación cultural con valores, actitudes y prácticas orientados a ese tan anhelado equilibrio entre todas las partes y procesos del sistema planetario: naturales, sociales, culturales, económicos y políticos.

Necesitamos un desarrollo ambientalmente resiliente, socialmente justo, culturalmente respetuoso, económicamente próspero y políticamente democrático.  ¿Utopía? Tal vez sí, pero requerimos con urgencia un nuevo modo de ser y de estar en el mundo. Cuando esta transformación se de, estaremos preparados para dar el salto cualitativo hacia un cambio civilizatorio que nos permita vivir de manera digna, justa, pacífica y sostenible. El sentido de urgencia es mayor que la velocidad con la que estamos avanzando hacia ese cambio. ¡Debemos actuar ya!

*Especialista en Desarrollo Sostenible, gestión integral del territorio y educación para la sostenibilidad.