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Sostenibilidad| 19/01/2022

Las cinco dimensiones que una empresa necesita priorizar para ser sostenible

Las cinco dimensiones que una empresa  necesita priorizar para ser sostenible

El mundo necesita cada vez más de empresas sostenibles.

Visión Sostenible |19|1|2022|

Las empresas juegan un papel fundamental para transitar a la sostenibilidad y para cumplir los objetivos de desarrollo sostenible.

“Las empresas, a lo largo de su vida, se verán enfrentadas inevitablemente a una transformación sostenible”, afirma Marianela Curi, exsubsecretaria de desarrollo sostenible de Bolivia, directora de Bolfor y también de la Fundación Futuro Latinoamericano, con sede en Ecuador.

Una empresa sostenible es aquella que si bien tiene como razón de ser la generación de beneficios económicos, lo hace con un enfoque integral, lo que le permitirá aportar a los objetivos de sostenibilidad y ser perdurable en el tiempo.

En este artículo, se abordarán las cinco dimensiones para preparar un negocio con miras a los cambios de este nuevo mundo. Lo que hay que entender es que ser sostenible debe ser un estilo de vida diferente, que requiere una nueva forma de hacer negocios. Y para eso, primero, uno debe conocer su empresa.

Generalmente, cuando se habla de sostenibilidad o de desarrollo sostenible vienen a la mente tres elementos interrelacionados: el económico, el social y el ambiental, pero hay dos elementos adicionales que completan el cuadro: el cultural y el político-institucional. Estas dimensiones abarcan también los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda Global 2030 y por esta ruta es por donde una empresa debe empezar.

Algo que debe preocupar es tener un crecimiento económico que sostenga a una empresa, con manejo sostenible y eficiente de los recursos naturales y de los insumos que requiere para su proceso productivo, reducción progresiva de la huella ecológica de los productos en su ciclo completo y reducción de la vulnerabilidad del negocio a la escasez de insumos o a los precios elevados de los mismos, así como a la remuneración justa y distribución equitativa de la riqueza.

En lo ambiental, importa la minimización de impactos ambientales negativos como consecuencia de la actividad empresarial. Para ello, debe tomar en cuenta el ciclo de vida del producto, identificar prácticas ecoeficientes e incorporarlas en todos los niveles de la estructura interna de la empresa y a lo largo de la cadena de valor. La sostenibilidad ambiental debe ser también un incentivo para la innovación y la capacidad de adaptación de la empresa que deberá reducir sus huellas hídrica y de carbono (uso eficiente del agua y de la energía).

La dimensión social se refiere a una relación justa y sostenible de la empresa con los empleados, a la relación con sus clientes, pero también a los beneficios que la empresa de manera directa o indirecta genera a la sociedad y a la comunidad local de la que forma parte. En tanto que la dimensión político institucional tiene que ver con las políticas empresariales y las estrategias internas que generen las condiciones y viabilicen la sostenibilidad en la empresa; los mecanismos de seguimiento y evaluación, de gobernanza y transparencia, así como al cumplimiento de metas e indicadores de sostenibilidad en las distintas dimensiones.

La dimensión cultural implica contar con una cultura institucional alineada con los objetivos y metas de la sostenibilidad en lo interno, así como a una relación respetuosa de la identidad y cultura de las comunidades donde las empresas desarrollan sus actividades. Además, las empresas requieren de programas de innovación y mejora continua que les permitan transitar hacia la sostenibilidad a fin de lograr el impacto integral deseado.

“La sostenibilidad es un ciclo. Mientras más se desarrollen los cinco aspectos mencionados en una empresa, se podrá crear un mejor ambiente. Y éste será propicio para todos alrededor”, concluyó la experta.