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Equidad| 14/07/2021

Desafíos empresariales en una época de cambios

Desafíos empresariales en una época de cambios

Visión sostenible |26|07|21|

Las compañías vienen asumiendo un mayor compromiso con el bienestar de sus equipos y promueven la equidad de género.

Las empresas viven en un estado de permanente cambio para adaptar su cultura a las demandas y necesidades de una época que es la suma de diversas tendencias que han revolucionado no solo la forma de trabajar, sino el conjunto de las relaciones al interior de las organizaciones.

Marzo de 2020 significó un punto crítico en la historia del trabajo tal y como se lo conocía hasta entonces. Al efecto devastador y doloroso de la pandemia sobre la salud de los habitantes del planeta, debe sumarse también el repentino reacomodo que sufrieron las empresas en las modalidades y tiempos de trabajo.

Aunque el trabajo remoto se había transformado ya en una tendencia en compañías de diversos rubros, debido sobre todo a problemas característicos de la vida urbana como el tiempo del traslado y las crecientes necesidades de atención doméstica, entre otros, no fue sino hasta que llegó el empujón final del COVID-19 para un cambio casi total e inmediato.

Pero la pandemia no atrapó del todo desprevenida a la humanidad. El desarrollo asombroso de las tecnologías de información y comunicación, del internet y la paulatina democratización del acceso a estos recursos, determinaron que el confinamiento de miles de millones de personas no significará un inesperado regreso a la edad de piedra.

Los avances en los servicios de banca digital, por ejemplo, permitieron que la mayor parte de las transacciones habituales pudieran realizarse sin necesidad de salir de casa, pero sobre todo garantizaron la continuidad del cotidiano encuentro de los productores y consumidores que forman parte del circuito comercial.

Así como las empresas tuvieron que dejar atrás el casi obsoleto sistema de “marcar la tarjeta” o “poner la huella digital” al ingresar o salir del trabajo, para reemplazarlo por una creciente confianza en el compromiso y disciplina del personal que debía desempeñar sus labores desde sus hogares, también existen otros remezones positivos en la cultura interna que representan un camino sin retorno.

Equidad de género

Las buenas prácticas empresariales no están solo orientadas hacia el cliente u otros grupos que forman parte del entorno externo, sino y sobre todo a cambiar los comportamientos internos en campos como el cuidado del medio ambiente, género y discriminación racial entre otros.

De una u otra manera las compañias hoy se diferencian entre las que tienen un propósito o causa, anclados en la diversidad de reivindicaciones que marcan la época y aquellas que navegan sin destino y con crecientes posibilidades de un inevitable naufragio.

Y no es una cuestión de apariencias, porque hoy más que nunca la imagen también va por dentro.

Las empresas del mundo y de la región latinoamericana han encarado con firmeza la problemática de género, por ejemplo, y no como resultado de una concesión, sino como un imperativo que condiciona la proyección y sostenibilidad de sus operaciones.

Los nuevos objetivos estratégicos en este campo tienen que ver con la necesidad de trabajar por una real igualdad de oportunidades sin discriminación de género.

La política de equidad de género se refleja en una cultura de trabajo que promueva la conciliación entre la vida personal, familiar y laboral para ambos géneros, la tolerancia cero al hostigamiento sexual, con el correspondiente procesamiento de las denuncias para determinar sanciones internas y la gestión legal externa.

Más que nunca las expectativas del cliente externo, van de la mano de los ajustes que se realicen para atender las demandas de las y los clientes internos. No es el producto que se ofrece, es la cultura que rodea a ese producto lo que también interesa.

A fin de cuentas, los espacios en los que desarrollamos nuestras vidas: el hogar, el lugar de trabajo o el de estudio, deben convertirse en los laboratorios de un nuevo tiempo de mejores prácticas, mayores oportunidades, sin discriminación y con respeto.