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Equidad| 25/06/2022

¿Cuánto afecta la violencia contra las mujeres a la productividad de las empresas?

¿Cuánto afecta la violencia contra las mujeres a la productividad de las empresas?

La violencia contra las mujeres tiene un preocupante impacto en el desempeño de los trabajadores en las empresas.

Visión Sostenible |25|06|2022|

Según el estudio “Violencia contra las mujeres y productividad laboral en empresas de Bolivia: Prevalencia e impacto en el contexto post pandémico 2021”, la violencia contra las mujeres tiene un preocupante impacto negativo en el desempeño de los trabajadores en las empresas: una pérdida de concentración y energía (41%), mayor ausentismo (52%), deficiencias en los resultados laborales (42%) y distrés emocional (25%).

La investigación, liderizada por el proyecto Prevención de la violencia contra las mujeres (PREVIO), una iniciativa de la Cooperación Alemana y el Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, ofrece resultados de 5.213 encuestas realizadas en 13 empresas de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba. Entre otros hallazgos, se detectó que en el país las mujeres trabajadoras que sufren violencia pierden 6 días de productividad laboral al año, el personal que es testigo pierde 5 días y los agresores 8.

En Bolivia, la violencia hacia las mujeres representa elevados costos sociales y económicos en todos los niveles (individual, familiar, social; gastos gubernamentales y costos para el sector privado), que impiden que las sociedades salgan de la pobreza. Ante esta realidad, el estudio concluye que las empresas “pueden contribuir de manera importante en su prevención y al mismo tiempo reducir los impactos, que en tiempos post-Covid es una acción fundamental para la recuperación económica”.

Bernhard Boesl, director residente de la GIZ (oficina de la Cooperación Alemana en Bolivia y Paraguay), señala que “los datos nos llaman a tomar en cuenta que el valor del trabajo preventivo de la violencia no sólo se ve en términos sociales vinculados a la mejora de la calidad de vida de muchas mujeres, sino también en términos económicos de la disminución de los costos y pérdidas asociadas a la violencia contra las mujeres en el empresariado”.

Investigaciones realizadas en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Nueva Zelanda, Turquía, Australia y Vietnam han intentado estimar el impacto que asume el sector empresarial debido a la violencia contra la mujer. Sin embargo, estos cálculos se centran en costos por los días perdidos en ausentismo y rotación de personal de las agredidas, pero no incluyen otros costos asociados a la disminución del rendimiento, como el presentismo (acudir al trabajo sin ser un aporte). Comparado con el ausentismo, algunos estudios encuentran que el presentismo representa hasta dos tercios de los costos laborales de productividad, por lo que su inclusión en la estimación de costos de la violencia, es necesaria.

Situación regional

El estudio Impacto del Covid-19 en las Mujeres de Latinoamérica y el Caribe, realizado por el Observatorio Mundial de las Mujeres, indica que las mujeres de esta región del mundo suelen, en gran porcentaje, estar ocupadas en los sectores que padecieron mayores efectos negativos en términos de empleo e ingresos, como: turismo, manufactura, comercio, salud y educación, además de su estructural inclusión severa en la economía informal. La caída en los niveles de empleo y el incremento del desempleo se sumaron a la preexistente brecha salarial entre varones y mujeres que caracteriza la segregación sexual del trabajo.

Puntualmente, durante el primer año de pandemia: en Brasil, el 25% de las mujeres mayores de 16 años sufrió algún tipo de agresión (35.2% de aumento), 5 de cada 10 brasileños han visto a una mujer sufrir violencia, 46,7% de las víctimas también perdieron su empleo y comenzaron a consumir más alcohol; en los pueblos indígenas de Guatemala, desde el inicio de la pandemia, aumentaron los embarazos de niñas a partir de los 10 años; en Venezuela, aun cuando faltan datos estadísticos, se estima que el feminicidio se ha quintuplicado.

Según la OIT, las trabajadoras domésticas fueron afectadas en un 70,4% por las medidas de cuarentena, por disminución de la actividad económica, desempleo, reducción de las horas trabajadas o pérdida de salarios. En países en los cuales el gobierno otorgó subsidios por un periodo determinado para los más pobres, imposibilitados de realizar sus trabajos temporales, mejoró la economía de las mujeres y sus familias transitoriamente, pero al retirarse dicho ingreso y aumentar la inflación, la emergencia económica empeoró respecto al período anterior a la pandemia.

Debido a la alta prevalencia de la violencia contra las mujeres en la sociedad, las empresas tienen entre su personal, colaboradoras agredidas y colaboradores agresores. Estudios locales en países de ingresos altos y medios encuentran que aproximadamente entre el 20% y 60 % de colaboradoras experimentan violencia en sus relaciones de pareja.