Productores piden autorizar la papa y tomate transgénicos

Productores piden incluir semillas transgénicas de papa y tomate

Brújula Digital |1|9|20|

La Asociación de Horticultores y Fruticultores (ASOHFRUT) del oriente pidió este martes que se incluyan semillas transgénicas para papa y tomate de los valles cruceños, actualmente prohibidas.

“Hay un ingreso permanente de papa y tomate de países vecinos a precios bajos con los que no podemos competir por que utilizan semillas mejoradas (transgénicas NdE) que son resistentes a plagas, enfermedades, sequías y heladas”, dijo la Asociación mediante un comunicado.

El texto agrega que “En Bolivia se nos prohíbe el uso de estas semillas mejoradas con el argumento de que dañan la salud, sin embargo, el contrabando de estos productos al país se lo realiza desde muchos años atrás, sin que ningún gobierno haya podido controlar”.

Ante ello, solicitan al gobierno que se incluya dentro un proyecto de decreto supremo la incorporación del uso de estas semillas para esos productos.

En Bolivia las semillas transgénicas están prohibidas, excepto una de soya, resistente al glifosato, que es el herbicida más común. Existe un movimiento medioambiental que lucha para que en el país no se acepten los transgénicos, exponiendo varios argumentos, entre otros que aumentan el consumo de químicos.

Esos activistas señalan por ejemplo que desde que Estados Unidos comenzó con los transgénicos en 1996, el uso de agroquímicos aumentó en 23 millones de kilos. También afirman que los cultivos transgénicos producen menos. “El cultivo más extendido, que es la soya tolerante a herbicidas (61% del volumen de transgénicos en el mundo) produce entre de 5 a 10% menos que la soya no transgénica”, asegura la ONG Servindi.

El pronunciamiento de la ASOHFRUT explica que la producción de frutas y hortalizas es afectada por una serie de plagas, sequías y heladas que perjudican a los productores de los valles cruceños. “Existe un deterioro continuo de las tierras por el uso masivo de agroquímicos y reduce el rendimiento, eleva el costo de producción a niveles insostenibles”.

Los productores explican que el tomate fue el primer cultivo transgénico, y data de en 1994, para buscar su “maduración retardada”.

“Las variedades que tenemos actualmente en el país duran sólo entre 10 y 15 días, pero las genéticamente modificadas duran entre 40 y 50 días sin mayores problemas”, expresa. El tomate transgénico, afirman, resisten a la polilla, una plaga que obliga al productor a fumigar entre 15 a 18 veces para salvar la cosecha.

Sobre la papa, la Asociación explica que la Universidad de Wageningen de Holanda sacó una variedad transgénica resistente a la plaga de la Phytophthora. 

También dijeron que hay variedades de papa transgénica que resisten heladas mientras que en Bolivia los productores pierden todos los años millones por este problema.

Los productores aseguran que con el acceso a estas semillas se incrementarán los rendimientos de producción y bajarán los costos de los alientos.

BD/ML