Un draguero arrastrado por el Piraí cuenta cómo se salvó; su padre está desaparecido

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La tarde avanzaba en el Urubó cuando Miguel Ángel Núñez llegó al río junto a su padre. Ambos intentaban rescatar su draga ante el anuncio de una fuerte riada. El agua, sin embargo, se adelantó. Creció de golpe y no dio margen para escapar.

“En el canal Isuto y Quinto Anillo tengo mi draga, en la zona del Urubó. A eso de las 15:00 a 15:30 saqué a mi esposa, estaba en una isla rodeada de agua, y después ya no pudimos salir”, recordó Miguel Ángel. La noche cayó abruptamente y ya no hubo visibilidad. “No se podía distinguir entre agua y tierra”, relató.

Padre e hijo se aferraron a un tronco en medio del caudal. La corriente era cada vez más violenta. “Nos agarramos de un tronco con mi padre, pero luego fuimos arrojados cada uno por su lado y ya no supe más de él”, contó. Ese fue el último instante en el que lo vio. Durante casi 24 horas, Miguel Ángel fue arrastrado por el turbión del río Piraí. Golpeado por troncos y ramas, con la pierna fracturada, avanzó río abajo hasta llegar a inmediaciones de Colpa Bélgica, a unos 10 kilómetros del punto donde fue arrastrado. “Me liberé el sábado, caminé todo el día y no había nadie para auxiliarme. Dormí esa noche en el monte, sin ropa”, relató.

Al amanecer, herido y exhausto, continuó avanzando hasta encontrar ayuda. “Una pareja se acercó y me ayudó, me prestaron ropa, sus chinelas y me llevaron en su movilidad hasta la posta. Ellos llamaron y dijeron que estaba vivo. Pedí que avisaran que estaba vivo”, dijo con la voz entrecortada.

Miguel Ángel llegó consciente a un centro de salud, con una fractura en la pierna y golpes en todo el cuerpo. Hoy se recupera, mientras la incertidumbre pesa sobre su familia. “De mi papá no sé nada. Mis hermanos lo buscaron y hasta ahora no sabemos nada”, afirmó.

Las intensas lluvias que azotaron el fin de semana al municipio de El Torno dejaron al menos 20 personas fallecidas y varias desaparecidas.

BD/LE/MZS