Uno de los afectados relata la magnitud de las pérdidas. Bomberos usa sustancias químicas para acelerar el enfriamiento.
Brújula Digital|09|12|25|
La casona colonial incendiada, no será demolida. Mientras avanzan las investigaciones en torno al voraz incendio del lunes, los afectados aún no pueden ingresar a evaluar sus pérdidas. En este contexto, la alcaldía avala que la infraestructura no corre peligro y ya proyecta una futura restauración.
Este martes, el alcalde Iván Arias, desmintió los rumores de que el inmueble de la calle Sagárnaga será demolido. “Sigo viendo titulares que hablan de que se va a demoler el edificio patrimonial. No está en peligro, lo que está en peligro son los entretechos, pero el edificio en sí mismo no está en peligro, no se va a demoler”, dijo en una conferencia de prensa.
Según una nota de la Agencia Municipal de Noticias (Amun), un informe técnico preliminar establece que la estructura principal de adobe aguantó la intensidad del calor interno. “Ya nuestros técnicos han hecho la evaluación y lo que se necesita es que se tumben los techos internos; uno ya ha caído y el otro está todavía en evaluación”, sostuvo Arias, y agregó que ya se empezará a bocetar una intervención futura que deberá respetar las estrictas normativas en torno a bienes patrimoniales. “Se va a restituir las condiciones originales, a pesar de la tragedia”.
La tragedia de los afectados
Los comerciantes que tenían puestos y tiendas en el predio, calculan un promedio de daño económico de $us 20.000, cada uno, según reporta Amun. Marcelino Janko, uno de los afectados, relató que su hermana, dueña de un local de costura, perdió el 100 % de sus bienes y mercaderías.
“Intentaron apagar el fuego, pero les ha vencido la llama. Mi cuñado cuenta que sacó a sus hijas y luego ya no le dejaron entrar”, para rescatar algunos productos, contó Janko, que vivía y trabajaba en el lugar junto a su hermana. En su criterio, las autoridades deberán enfocarse en ayudar no solo a los dueños de las 30 galerías de la planta baja, sino a las “muchas familias que vivíamos y trabajábamos en todo el edificio”.
Janko y otros propietarios siguen intentando ingresar al predio, no solo para ver si rescatan algún bien o mercadería, sino incluso para sacar ropa y artículos de primera necesidad. Por razones de seguridad, aún no hay autorización.
Llamas extinguidas
El director nacional de Bomberos, Pavel Tovar, remarcó que no hay ningún riesgo de que se reactive el fuego, como señalan algunas versiones difundidas este martes en medios y redes sociales. “Hemos lanzado más de 50.000 litros de agua, lo que genera mucho vapor que se mezcla con el humo”, comentó, explicando las razones de la alarma de algunos afectados.
El coronel agregó que las labores de enfriamiento se reforzaron con la aplicación de “compuestos químicos especiales para acelerar el proceso”.
BD/MZS
