La ministra Marcela Flores ha expresado que existe una esperanza bien fundada de fortalecer la institucionalización, mejorar la calidad y ampliar el acceso al sistema sanitario.
|Brújula Digital|28|11|2025|
Javier Torres
El análisis presentado por expertos, como Mirna Quezada Siles en Brújula Digital evidencia una constante inversión gubernamental en propaganda orientada a convencer a la población de la eficiencia de la administración pública. En los últimos 23 años, se han gastado más de 5 mil millones de bolivianos (aproximadamente 800 millones de dólares) en campañas mediáticas, sin lograr modificar la percepción ni la insatisfacción ciudadana, especialmente tras el referéndum del 21F de 2016, cuando la población boliviana expresó claramente su rechazo al régimen vigente.
La situación en salud ha seguido dinámicas similares. Predominó la difusión de supuestos logros, ocultando la carencia de resultados estructurales y la falta de innovación efectiva. Por primera vez en la historia, desde octubre de 2003, un mismo grupo político se mantuvo en el poder durante 23 años sin promover soluciones reales para el sector, desaprovechando incluso oportunidades derivadas de la bonanza económica por la Ley de Capitalización de 1996.
Historia y avances reales en la salud pública bolivianaLa Estrategia de Atención Primaria en Salud (APS), definida por la OMS y UNICEF en Alma-Ata (1978), fue adoptada por Bolivia cinco años después. En 1983 el país se destacó internacionalmente al implementar una política nacional de salud participativa, con la creación de Comités Populares de Salud en cada localidad municipal.
Esta acción permitió vacunar a casi el 100% de los niños objetivos, avanzar en el control del bocio endémico con sal yodada, y reducir significativamente la mortalidad por diarrea y deshidratación, gracias a las Unidades Populares de Rehidratación Oral.
A partir de 1985, el modelo APS se consolidó y amplió hacia otras enfermedades prevalentes, como malaria y Chagas. Tras el liderazgo del ministro Javier Torres Goitia Torres y el dirigente Toribio Hinojos, se afianzó el concepto de medicina social y la atención primaria en Bolivia.
Seguro Nacional Materno Infantil y evolución hacia SUMI
En 1994 Bolivia instituyó el Seguro Nacional Materno Infantil, pionero en América Latina, dirigido específicamente a mujeres embarazadas y niños menores de cinco años. Este seguro fue financiado por recursos municipales derivados de la participación popular, asignando el 1% de los fondos municipales a prestaciones de salud. Posteriormente, la cobertura se amplió conforme se transformó en el Seguro Básico de Salud.
En 2002, la promulgación de la Ley 2426 dio origen al Seguro Universal Materno Infantil (SUMI), iniciando su vigencia en 2003. El SUMI garantizó atención universal, integral y gratuita a todas las mujeres embarazadas desde el inicio de la gestación hasta seis meses después del parto, y a niños y niñas desde el nacimiento hasta los cinco años, integrando además la medicina tradicional boliviana como opción voluntaria.
El financiamiento del SUMI incluyó recursos del Tesoro General de la Nación, coparticipación tributaria municipal y la Cuenta Especial del Diálogo 2000, ejecutándose a través de la red nacional de establecimientos de salud y los Directorios Locales de Salud (DILOS).
Periodo reciente: retroceso institucional y retos futuros
A pesar de los avances previos, los últimos 23 años se caracterizaron por la ausencia de una Política Nacional de Salud explícita, dispersión burocrática y la pérdida de iniciativas como el proceso de nivelación salarial y la Política Nacional de Medicamentos, que buscaba fomentar el uso de medicamentos genéricos y esenciales. Proyectos como el PROISS y la planificación de infraestructuras se diluyeron entre gestiones y créditos internacionales, sin consolidarse por falta de compromiso institucional.[scielosp +1]
El esfuerzo y compromiso del personal de salud han sido la verdadera causa de los escasos logros obtenidos, contrastando con la abundancia de propaganda oficialista cuyo impacto sobre la percepción social fue limitado.
El desafío pendiente es enorme: el rescate del sector salud tras décadas de mala gestión y la restauración de la confianza en la administración pública.Señales recientes de cambio y esperanza
Desde el 8 de noviembre pasado, Bolivia ha comenzado a dar señales globales de cambios importantes en el sector salud. Tras reuniones históricas entre el Ministerio de Salud, el Colegio Médico y representantes de organismos internacionales, se han establecido mesas de trabajo para construir un plan estratégico con visión a cinco años.
La ministra Marcela Flores ha expresado que existe una esperanza bien fundada de fortalecer la institucionalización, mejorar la calidad y ampliar el acceso al sistema sanitario, con un compromiso renovado para transformar la salud pública y responder finalmente a las demandas acumuladas y necesidades sentidas de la comunidad.
Basta de salud para oropaganda, ahora vamos por “Salud para todos con todos”
Javier Torres Goitia Caballero fue Ministro de Salud y Deportes.