Jóvenes disfrazados de muertos vivientes se tomaron este domingo las principales calles del centro de La Paz.
Brújula Digital|EFE|27|10|25|
Una marcha de decenas de jóvenes disfrazados de muertos vivientes se tomó este domingo las principales calles del centro de La Paz para divertirse, como parte de las celebraciones de Halloween, pero también para protestar contra la crisis y la corrupción en Bolivia.
Los participantes emularon a los personajes de terror más conocidos y clásicos de la historia para manifestarse contra la situación económica que vive Bolivia y algunos casos de corrupción.
Miguel Mita, un joven que llevaba un cartel con el mensaje: "El país camina lento, como zombi sin cerebro", dijo a EFE que "el país está mal" y que es necesario "cambiar de presidente".
Otro manifestante que llevaba una máscara del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y una presidencial de Bolivia, se hizo llamar el "zombi presidente" e invitó a "votar" por él.
"Son bienvenidos para participar en la manifestación zombi en la que iremos directo al manual de sobrevivencia zombi", dijo el "zombi presidente".
"Bolivia, tierra de filas infinitas y esperanzas muertas", decía otro cartel en referencia al desabastecimiento de combustible que sufre la población boliviana y por el que se forman filas kilométricas en las estaciones de servicio de diferentes regiones del país en demandas de diésel y gasolina.
En otro letrero se leía: "los cerebros suben de precio igual que el aceite", respecto al incremento de precios de los alimentos de la canasta familiar, como el aceite, el azúcar, la harina, entre otros.
"Cerebros para todos, corrupción para nadie", decía otro cartel en protesta contra los diferentes actos de corrupción de instancias del Gobierno que se investigan.
El organizador del evento, Marcelo Paredes, contó a EFE que es la segunda versión de la "manifestación zombi" y que los participantes también estarán en el "juego de la sobrevivencia".
El evento recorrió las principales calles céntricas de La Paz, la mayoría de los muertos vivientes tenían sangre falsa en el rostro y en las manos y gritaban como se escucha en las películas de terror.
La manifestación se anticipó a la celebración de Halloween, que en Bolivia se festeja ya hace varios años.
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