Científicos restauraron parcialmente la visión de personas ciegas por degeneración macular mediante un microimplante ocular. El 80% de los 38 pacientes mostró mejoras visuales. El dispositivo PRIMA, inalámbrico y fotovoltaico, marca un avance clave en la lucha contra la ceguera.
Brújula Digital|Agencias|22|10|25|
Científicos lograron mejorar la visión de decenas de personas que habían quedado funcionalmente ciegas por degeneración macular asociada a la edad gracias a un microimplante ocular. El dispositivo, de apenas dos milímetros por dos milímetros y 30 micrómetros de grosor, se coloca quirúrgicamente debajo de la retina para reemplazar las células fotosensibles destruidas por la enfermedad.
Aunque las pruebas sobre calidad de vida no mostraron mejoras significativas, este es un paso para empezar a desarrollar futuras versiones con mayor resolución y percepción de color.
Frank Holz, líder del ensayo y profesor en la Universidad de Bonn, Alemania, dijo que las limitaciones actuales del sistema –solo 381 píxeles y visión en blanco y negro– son evidentes, pero también un punto de partida para avances en el corto o mediano plazos.
Aunque el implante se ha probado en pacientes con mácula, también podría servir para otras enfermedades que destruyen los fotorreceptores, como la retinitis pigmentosa. Paralelamente, otros equipos investigan terapias con células madre, optogenética o implantes cerebrales que estimulan directamente la corteza visual.
“Es solo el comienzo de un largo camino”, concluye Holz. “El campo está avanzando con rapidez y nadie sabe aún qué enfoque será el definitivo para devolver la vista a los ciegos”.
El estudio clínico, publicado en la revista Nature, incluyó a 38 pacientes con mácula avanzada. Un año después de la cirugía, el 80% mostró una mejora clínicamente significativa en su visión. “Donde antes había un punto ciego, la visión fue restaurada. Los pacientes pudieron leer letras, palabras y desenvolverse en su vida diaria”, explicó Holz.
Pese a algunos incidentes menores durante la cirugía, el comité de seguridad del estudio consideró que los beneficios superan los riesgos. En junio, la empresa estadounidense Science Corporation, propietaria del dispositivo, solicitó la certificación para comercializarlo en Europa.
La mácula es la principal causa de ceguera incurable en adultos mayores. En su forma seca –que afecta a millones de personas en el mundo– las células fotosensibles de la retina mueren lentamente, lo que elimina la visión central pero deja la periférica. El nuevo implante, llamado PRIMA (Photovoltaic Retina Implant Microarray), fue desarrollado por la compañía francesa Pixium Vision y adquirido por Science Corporation en 2024.
A diferencia de modelos anteriores, PRIMA es inalámbrico y fotovoltaico: los fotones que lo activan también generan la energía necesaria para su funcionamiento. El sistema se usa junto a unas gafas con cámara, que capturan imágenes y las transforman en patrones de luz infrarroja transmitidos al implante. Los usuarios pueden ajustar zoom, contraste y brillo, aunque el entrenamiento visual puede tardar meses.
Los ensayos se realizaron en 17 centros clínicos de cinco países europeos. Un año después, 26 de los 32 pacientes evaluados mostraron mejoras equivalentes a leer dos filas adicionales en las pruebas optométricas estándar. Muchos ya utilizan el dispositivo en casa para leer letras, números y palabras; el 68% declaró un nivel de satisfacción medio o alto.
BD/RPU