Brújula Digital|09|06|25|
Tatiana Fernández
Muchos son los desafíos que enfrenta Bolivia en temas ambientales y serán difíciles de abordar sin una mirada estratégica estructural. Sin embargo, en este Día del Medio Ambiente en el año del bicentenario, es grato anunciar que pequeños pasos se van dando desde la formación técnica profesional. A través de un convenio con el Ministerio de Educación, será posible una experiencia piloto de formación dual integrada a la formación técnica en Bolivia, en el sector de la construcción y con enfoque sostenible.
El 21 de marzo de 2025, la Cámara de Comercio e Industria Boliviano-Alemana (AHK Bolivia) y el Ministerio de Educación firmaron un convenio que marca un antes y un después para la educación técnica en Bolivia. Este acuerdo impulsa la incorporación de la formación dual en el proyecto Bolivia Construye Más Verde, con la carrera de Construcción Civil de los Institutos Técnico-Tecnológicos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
El modelo de formación dual combina el aprendizaje en el instituto con la práctica empresarial de manera flexible. Nació en Alemania, pero tiene múltiples adaptaciones en cada contexto y país. Es una herramienta clave que hoy se plantea para mejorar la empleabilidad de los jóvenes y dinamizar la economía boliviana. No, no se trata de una pasantía o práctica más: se trata de la oportunidad de incursionar en el mercado laboral desde las verdaderas necesidades del sector.
Cerrando la brecha entre educación y empleo
En Bolivia vivimos una triste realidad: la brecha entre la oferta educativa técnica y las demandas del mercado laboral, con innumerables consecuencias a profundizar en otro momento. En el piloto de formación dual para la construcción sostenible, se aborda esta brecha involucrando a las empresas en la adaptación curricular y la capacitación práctica. Bajo este enfoque, la empresa se convierte en actor clave del sistema educativo. Organiza el aprendizaje dentro de la empresa de modo que la experiencia laboral se forja en un ambiente real. Así también se incorporan conocimientos y habilidades para la eficiencia energética, la eficiencia en el uso del agua y la gestión de los residuos de construcción y demolición, de modo que se integran los saberes hacia nuevas prácticas constructivas, amigables con el medio ambiente y eficientes económicamente.
Este es uno de los primeros pasos hacia un futuro donde la educación técnica impulse el desarrollo ambiental, económico y social. El piloto podrá luego replicarse a cualquier otro sector productivo y ojalá lo haga con éxito, con nuevos estándares de calidad y, sobre todo, formalizando este diálogo tan añorado entre lo productivo y lo formativo. El éxito dependerá de la gobernanza clara entre instancias del gobierno, empresas y centros educativos, así como de políticas que incentiven la participación empresarial, la eficiencia de recursos, nueva normativa y oportunidades de innovación.
Volvamos a soñar una educación que funciona
Tenemos la oportunidad de dinamizar la economía a través de la formación dual integrada al sistema de educación, formando jóvenes que no solo encuentren empleo o emprendan con éxito, sino que construyan un país más verde, innovador y competitivo.
No estamos viviendo tiempos fáciles y, ciertamente, proponer cambios en los sistemas educativos demanda un análisis profundo y responsable. Pero no podemos parar el tiempo y por ello este proyecto piloto busca esta integración de la manera más proactiva posible, logrando la suma virtuosa de actores y esfuerzos.
El proyecto Bolivia Construye Más Verde (2023-2026) es financiado por la Unión Europea e implementado por la Cámara de Comercio e Industria Boliviano – Alemana en asocio con Hábitat para la Humanidad Bolivia.
Tatiana Fernández Calleja es coordinadora del proyecto Bolivia Construye Más Verde; experta en formación dual.