En el Día Mundial de la Libertad de Expresión, el gremio denuncia precariedad laboral, violencia y riesgos de censura en Bolivia.
Brújula Digital|03|05|25|
En el marco del Día Mundial de la Libertad de Expresión, la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) y sus nueve asociaciones departamentales alzaron la voz para denunciar un contexto cada vez más hostil para el ejercicio del periodismo en el país.
A pesar de un leve ascenso en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada por Reporteros Sin Fronteras, Bolivia enfrenta serias amenazas a la libertad de prensa, al acceso a la información y a las condiciones laborales de quienes trabajan en los medios.
En un pronunciamiento público, la ANPB recordó que este derecho humano es fundamental para cualquier sociedad democrática, pero advirtió que el debilitamiento económico e institucional agrava los riesgos que enfrenta la prensa boliviana.
“La libertad de expresión no puede existir sin condiciones dignas para informar”, sostiene la declaración, que alerta sobre una serie de desafíos estructurales en el país:
Precarización laboral: Más del 60% de los periodistas bolivianos trabaja sin contrato formal, un 75% percibe ingresos inferiores al salario promedio nacional y el 80% no cuenta con acceso a la seguridad social.
Vulneración de derechos laborales: Algunos medios incumplen con el pago de salarios y beneficios sociales. Pese a la gravedad de estos casos, las instancias judiciales no garantizan protección efectiva para periodistas y trabajadores de la prensa.
Violencia y censura: Durante 2024 se registraron 150 vulneraciones a la libertad de prensa, convirtiéndola en el segundo derecho más afectado en Bolivia después de la institucionalidad democrática, según datos del Observatorio de Unitas.
Intentos de control: La ANPB alertó sobre proyectos de ley, presiones políticas y económicas, manipulación en la asignación de publicidad estatal y la fragmentación del gremio como señales de un intento por restringir la labor periodística independiente.
El comunicado subraya que estos factores están debilitando gravemente el ecosistema informativo boliviano, favoreciendo la desinformación y promoviendo la autocensura. En este contexto, la ANPB ratificó su compromiso con un periodismo crítico, ético e independiente, y defendió el derecho de la ciudadanía a informarse con pluralidad y veracidad.
“Sin periodismo libre no hay democracia. Sin condiciones dignas para informar, no hay libertad de expresión real”, concluye el pronunciamiento.
Aunque Bolivia avanzó 23 posiciones en el ranking de libertad de prensa –del puesto 116 al 93 entre 180 países–, la ANPB advierte que el indicador no refleja la complejidad de los problemas internos ni la urgencia de respuestas institucionales para proteger el trabajo periodístico.
BD/RPU