El brasileño Weberton Santana da Silva, considerado de alta peligrosidad y con un amplio historial criminal en su país, fue entregado a las autoridades policiales de Brasil tras haber sido detenido en Bolivia.
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El brasileño Weberton Santana da Silva, considerado de alta peligrosidad y con un amplio historial criminal en su país, fue entregado a las autoridades policiales de Brasil tras haber sido detenido en Bolivia. Su expulsión se produjo el jueves en la frontera de Guayaramerín, después de que un juez determinara su salida inmediata del territorio boliviano.
La operación que permitió su captura se desarrolló el 17 de septiembre en el barrio Bioceánica de Riberalta (Beni), durante un allanamiento ejecutado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). En el operativo, los agentes de la Policía encontraron teléfonos celulares, chalecos con características militares, un cargador de arma de fuego y sustancias controladas, objetos que pasaron a la investigación.
De acuerdo con el director nacional de Interpol Bolivia, coronel Juan Carlos Bazoalto, el detenido tenía en su contra cinco órdenes de prisión emitidas por la justicia brasileña, entre ellas: robo agravado con armas de fuego y vínculos con organizaciones criminales. A ello se suma una notificación roja de Interpol, que hizo prioritaria su entrega a las autoridades de su país.
“Se evidenció que el mismo tenía una notificación roja activa emitida por Brasil. Tras cumplir las medidas cautelares en el país, el juez determinó su expulsión y fue entregado ayer por la tarde en Guayaramerín a la Policía Militar brasileña”, explicó Bazoalto.
Tanto las fuerzas antidroga bolivianas como la Interpol Brasil coordinaron los pasos que derivaron en la expulsión y entrega del fugitivo, que ya se encuentra bajo custodia en territorio brasileño para enfrentar los procesos penales pendientes.
El Ministerio de Gobierno destacó el trabajo conjunto como un ejemplo de la lucha contra el crimen organizado transnacional.
BD/RED
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El brasileño Weberton Santana da Silva, considerado de alta peligrosidad y con un amplio historial criminal en su país, fue entregado a las autoridades policiales de Brasil tras haber sido detenido en Bolivia. Su expulsión se produjo el jueves en la frontera de Guayaramerín, después de que un juez determinara su salida inmediata del territorio boliviano.
La operación que permitió su captura se desarrolló el 17 de septiembre en el barrio Bioceánica de Riberalta (Beni), durante un allanamiento ejecutado por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). En el operativo, los agentes de la Policía encontraron teléfonos celulares, chalecos con características militares, un cargador de arma de fuego y sustancias controladas, objetos que pasaron a la investigación.
De acuerdo con el director nacional de Interpol Bolivia, coronel Juan Carlos Bazoalto, el detenido tenía en su contra cinco órdenes de prisión emitidas por la justicia brasileña, entre ellas: robo agravado con armas de fuego y vínculos con organizaciones criminales. A ello se suma una notificación roja de Interpol, que hizo prioritaria su entrega a las autoridades de su país.
“Se evidenció que el mismo tenía una notificación roja activa emitida por Brasil. Tras cumplir las medidas cautelares en el país, el juez determinó su expulsión y fue entregado ayer por la tarde en Guayaramerín a la Policía Militar brasileña”, explicó Bazoalto.
Tanto las fuerzas antidroga bolivianas como la Interpol Brasil coordinaron los pasos que derivaron en la expulsión y entrega del fugitivo, que ya se encuentra bajo custodia en territorio brasileño para enfrentar los procesos penales pendientes.
El Ministerio de Gobierno destacó el trabajo conjunto como un ejemplo de la lucha contra el crimen organizado transnacional.
BD/RED
