|OPINIÓN|El nuevo incremento salarial establecido por el Gobierno

Brújula Digital|27|4|24|

Rolando Kempff 

Los grandes, medianos, pequeños y micro empresarios lamentan la unilateral determinación del Gobierno de elevar el salario mínimo nacional y el haber básico, muy por encima de la inflación registrada el año pasado y sin evaluar la realidad empresarial.

Éstas fueron algunas de las reacciones de los empresarios bolivianos: Considerando la coyuntura económica actual, es inviable el incremento acordado entre el Gobierno y la Central Obrera Boliviana. Esta determinación, que se asume en un escenario de amenazas sobre la economía nacional, tendrá consecuencias muy graves para la estabilidad de las empresas.

El mismo día que se conocía el acuerdo Gobierno-COB sobre el aumento salarial para la gestión 2024, el INE hacía conocer que en los dos primeros meses de este año el país tuvo un déficit comercial de 295 millones de dólares. Este problema solo podrá ser encarado con un trabajo conjunto y coordinado entre el Gobierno y el sector privado.

El aumento de 5,85% al salario mínimo y un 3% al haber básico solo beneficiará a los trabajadores de la cada vez más reducida parte formal de la economía.

El empresariado boliviano, respaldado por leyes nacionales, ha pedido una negociación tripartita entre Gobierno, trabajadores y empresarios, como claramente lo establece el Convenio 131 de la OIT, ratificado en Bolivia por la Ley 2120 “que instruye la consulta exhaustiva e igualitaria a los trabajadores y a los empleadores antes de definir el salario mínimo nacional”.

Entendemos que el incremento salarial es una demanda social genuina de los trabajadores, sin embargo, debe ser consensuado con el empresariado. Debemos remarcar que, cuando hay incremento salarial, éste solo llega a los trabajadores formales y los trabajadores restantes no reciben incremento salarial alguno, pero son afectados por un aumento en los precios de los bienes y servicios, lo que a su vez genera un efecto inflacionario.

El aumento salarial anunciado hace pocos días, carece de un análisis técnico y sobrepasa la inflación del año pasado. Exhortamos al gobierno viabilizar un dialogo con el empresariado y buscar medidas que coadyuven a enfrentar este inesperado desafío.

Los empresarios privados siempre hemos cumplido la Ley y esta no será la excepción; sin embargo, alertamos que para muchas unidades productivas será muy difícil cumplir con un aumento que además de ser elevado, tiene la carga de la retroactividad a enero del presente año.

El gobierno, junto con los empresarios, busca encontrar una salida a problemas como la caída de los ingresos nacionales, la escasez y encarecimiento de dólares y, por tanto, el incremento en el precio de productos básicos. Todo ello debe llevar al Ejecutivo nacional a velar por la estabilidad del sector privado que puede ser su aliado para el mejoramiento integral del país.

El sector informal representa el 80% de la fuerza laboral del país, es uno de los más afectados por esta medida que al mismo tiempo no  pagan impuestos ni beneficios sociales para los empleados como ser salud y jubilación. .

Las estadísticas sobre el incremento salarial en el país nos muestran que entre 1991-2005 el incremento del Salario Mínimo Nacional fue de 267%, mientras que entre 2006-2022 la cifra subió a 350%.

Así, en los años 2011-2015, periodo en el que la inflación fluctuó entre 4,54% y 6,48% por año, los aumentos salariales fueron de 20%, 22,6%, 20%, 20% y 15%, respectivamente.

Los dirigentes paceños exhortan al gobierno  a encontrar alternativas para instrumentar el desarrollo de actividad empresarial como: créditos BDP y Banco Unión, “consuma lo nuestro”, billetera móvil, servicios de intercambio de bienes, incremento de la actividad minera, agrícola, desarrollo del Litio, la apertura en los campos petroleros y el camino al desarrollo del norte amazónico de La Paz.

Rolando Kempff es economista, PhD en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina. Presidente del Directorio de la UREAL.