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Política | 26/03/2020

Con las nuevas medidas, adultos mayores que viven solos enfrentarán problemas para poder abastecerse

Con las nuevas medidas, adultos mayores que viven solos enfrentarán problemas para poder abastecerse

Brújula Digital |26|3|20|

Las nuevas medidas ordenadas este miércoles por la presidenta Jeanine Añez endurecen las libertades de circulación de vehículos y peatones, pero generan un problema inesperado: las personas de más de 65 años no pueden circular en ningún momento, y muchos de ellos viven solos, lo que implica dificultades de abastecimiento y otros.

Según la encuesta de hogares realizada en Bolivia por el Instituto Nacional de Estadísticas, el 4% de los adultos mayores viven solos o en pareja, lo que implica una cifra total de unas 28.000 personas. El total de mayores de 65 años es de alrededor de 698.000 personas, quienes hasta el 15 de abril no podrán salir de sus casas.

Según las nuevas restricciones ordenadas por la Presidenta el resto de la población podrá salir un día a la semana, según la terminación de la cédula de identidad, pero los mayores de 65 años no podrán hacerlo bajo ninguna circunstancia, excepto emergencia sanitaria. Por lo tanto, esas personas no pueden salir a aprovisionarse de alimentos o a cualquier otra actividad.

El DS que ordena las nuevas restricciones establece que equipos especiales de las FFAA y de la Policía ayudarán a esas personas, pero no se sabe exactamente cómo. Tampoco se ha dado a conocer un número de teléfono ni qué ocurrirá en las áreas rurales.

El periodista Juan Carlos Salazar, exdirector de Página Siete, está entre ellos. “Mi esposa y yo tenemos más de 65 años y no podemos salir. No vivimos con ninguna persona joven porque nuestros hijos viven en el exterior. Así que estamos viendo que será un problema serio para nosotros la prohibición de circular”, dijo a Brújula Digital.

Salazar expresó que entiende las razones por las que se restringe la circulación de los adultos mayores, pero también hizo notar que se ha generado un problema que es de difícil solución.

Hasta el 15 de abril se estableció el Estado de Emergencia Sanitaria como una manera de procurar reducir la propagación del coronavirus, que ya ha causado 489.000 casos a nivel mundial, con 22.000 fallecidos. En Bolivia hay 39 casos confirmados, pero se teme que los enfermos sean mucho más y que no hayan sido detectados por los sistemas de salud.

La OMS ha establecido que la mejor manera de reducir el contagio es impidiendo el contacto entre personas, por lo que la cuarentena obligatoria es la mejor opción. La decisión de impedir la circulación de los adultos mayores es que son el grupo de mayor riesgo, con un alto grado de mortalidad: los mayores de 70 tienen 8% de riesgo de fallecer, y los mayores de 80, 15%.

Walter “Puka” Reyesvilla, columnista y docente, dijo que sus suegros también en una situación muy compleja, ya que necesitan atención médica y ayuda en su casa. Dijo que hasta ahora, él y su esposa han hecho ese trabajo, pero ahora que se limita las salidas a un solo día a la semana, la situación es más preocupante.

“René Lazarte y Ligia Suárez (88 y 76 respectivamente) viven en Alto Següencoma, para nosotros es preocupante cómo se abastecerán de alimentos y quién los cuidará porque nosotros ya no podemos”, contó Reyesvilla.

Carlos Téllez es un economista jubilado que vive con su esposa en Achumani y está en la misma situación. “Mi único hijo que está en Bolivia vive en Miraflores, pero no podrá moverse con las nuevas medidas. Con mi esposa no sabemos quién nos ayudará. Un vecino ha prometido venir a ayudarnos, pero su carnet de identidad le permite moverse el martes. O sea que hasta el martes próximo no sabemos qué hacer para abastecernos”, dijo.

Téllez afirma que seguramente alguien los ayudará y que no será una cosa demasiado seria, pero no deja de ser algo de preocupación para él y su esposa, Silvia.

La hermana de Silvia, Jimena, está en una circunstancia similar. Ella es viuda, tiene más de 65 años y vive sola, con una cuidadora que vive en El Alto y que ahora no podrá ir a verla. “Todo esto es muy terrible, ya es grave para nosotras vivir solas, y ahora no poder salir nos intranquiliza mucho”, contó. “Mi hijo está en Virginia, EEUU, y se muere de preocupación por mí”, agregó. “Y mi cuidadora no puede llegar hasta mi barrio”.

Grupos de vecinos se han organizado para ayudar a estas personas, pero se cree que no podrán llegar a todos los necesitados. Además, muchos adultos mayores no deben saber a quién acudir.

La Sra. Jimena (prefirió no dar su apellido) dijo que dar sus datos a desconocidos, para que sepan que ella vive sola, es muy preocupante. “¿O sea que tengo que decirles a personas, algunos de ellos policías, que tampoco me dan confianza, que vivo sola? ¿Y ellos tiene que venir a mi casa, ver como vivo, entrar y todo? Me da miedo”, dijo.

Téllez planteó otra dificultad: “a una persona que no conozco le voy a dar 200 bolivianos y pedirle que haga el mercado. Seguro que muchos nunca volverán con la plata. Y luego quién sabe qué cosas comprarán en el mercado, tal vez no es lo que nosotros queremos”.

Don Franco, padre de un periodista de La Paz, también está en esa situación. Contó que vive en Villa Mercedario, cerca de la Unidad Educativa España, en El Alto. “¿Mi hija vive en Ciudad Satélite y mi hijo en San Pedro, ¿quién me va a rescatar? Ellos no saben cómo ayudar, mi situación es seria porque me cuesta caminar, aunque ahora ni eso, no puedo ni salir de casa”.



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