Las medidas económicas de recuperación serán, sin duda, fuertes y causarán descontento en varios sectores; mas es fundamental apoyarlas para que Bolivia no siga decreciendo y cayendo al abismo.
Brújula Digital|02|12|2025|
Fabián Freire
Corría el año 1985 y Bolivia se encontraba en una situación crítica, tanto así que la misma soberanía de la nación estaba en peligro. La economía boliviana estaba totalmente destrozada y la crisis no hacía más que empeorar con el pasar de las semanas.
Fue tanta la presión, que el presidente Hernán Siles tuvo que acortar su mandato y llamar a elecciones. El gobierno de la UDP fue desastroso, y si bien las políticas económicas adoptadas fueron pésimas, gran parte de su fracaso se debió a la falta de gobernabilidad.
El partido opositor se encargó de “liquidar” a Siles, no permitiéndole aprobar las principales leyes; esto, sumado al caos social, se tradujo en un acortamiento de mandato.
Para las elecciones de 1985, el ganador fue el General Banzer, pero en la segunda vuelta congresal, Víctor Paz logró los votos necesarios para retornar a la presidencia. Paz volvía al gobierno después de más de 20 años de haber sido derrocado por el general Barrientos, quien, en dicho levantamiento, fue apoyado por la gran mayoría del pueblo boliviano, que estaba harto de los abusos cometidos durante el doble sexenio.
Si bien hoy la mayoría del pueblo boliviano cree que Víctor Paz fue el artífice de la estabilización de la economía boliviana y el que detuvo la inflación, la historia es otra. Creo que hubo muchos actores importantes dentro de la estabilización económica de Bolivia, entre los cuales encontramos a Gonzalo Sánchez de Lozada y al economista Jeffrey Sachs, pero dicha estabilización jamás se hubiera podido lograr sin el “Pacto por la democracia”, propiciado por el General Banzer.
Pueden hacerse muchas críticas a Banzer, pero creo que él fue el gran artífice de la estabilización económica del país, dejando a un lado sus ambiciones políticas y priorizando el bien del país. Su buena voluntad permitió la construcción del pacto por la democracia, lo que le dio al gobierno de Paz toda la fuerza y estabilidad necesarias para lograr los cambios estructurales.
Curioso cómo Víctor Paz es recordado como el Presidente que logró los grandes cambios de Bolivia, por ser la “cara visible”. Recordemos que fue Montenegro el gran ideólogo nacionalista del MNR y que Guevara fue quien profundizó todo lo relacionado a la Revolución Nacional.
Pero también que fueron Siles y Lechín los que ganaron y lideraron la revolución en las calles, entregándole la presidencia a Paz. Lo mismo ocurrió con Banzer que, pese a las controversias que su figura puede generar, fue su buena voluntad y su afán de dejar atrás sus intereses personales lo que permitió una salida rápida a la crisis.
Hoy Bolivia necesita un “Pacto por la democracia 2.0”, algo que puede lograrse gracias a la cantidad de legisladores que tiene a su favor el PDC. Pero también gracias a la bancada considerable con la que cuenta UNIDAD.
Para llegar a los 2/3 solo hace falta el apoyo de Libre, que dijo que sería oposición, algo que no da muy buenos augurios. Empero, esta alianza está rota y se van formando facciones, por lo que esperemos que estos subgrupos sí fomenten y favorezcan un gran pacto por la democracia.
Solo con una gran alianza se podrán realizar los cambios necesarios para empezar con la reconstrucción y estabilización de Bolivia. Pero de igual forma, este pacto, al igual que el que se hizo en 1985, deberá enfocarse en apoyar al presidente Paz, para que este no sufra lo que, por ejemplo, sufrió Goni o Siles, quienes fueron condicionados y abandonados en momentos de fuerte tensión social.
Las medidas económicas de recuperación serán, sin duda, fuertes y causarán descontento en varios sectores; mas es fundamental apoyarlas para que Bolivia no siga decreciendo y cayendo al abismo. Todos debemos realizar sacrificios por el bien de la patria.
Son momentos de unidad nacional, no de velar por intereses personales.