India lanzó una ofensiva militar con misiles contra al menos nueve objetivos en Pakistán y en la región de Cachemira administrada por ese país, en respuesta al atentado ocurrido el 22 de abril en la localidad turística de Pahalgam, donde murieron 26 personas, entre ellas un ciudadano nepalí.
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India lanzó una ofensiva militar con misiles contra al menos nueve objetivos en Pakistán y en la región de Cachemira administrada por ese país, en respuesta al atentado ocurrido el 22 de abril en la localidad turística de Pahalgam, donde murieron 26 personas, entre ellas un ciudadano nepalí. Nueva Delhi atribuye el ataque a grupos armados respaldados por Islamabad, acusación que Pakistán niega.
El Ministerio de Defensa indio informó que la operación, denominada *Sindoor*, fue dirigida contra infraestructura “terrorista” desde la cual —según afirma— se planificaron agresiones contra su territorio. Subrayó que los ataques fueron “medidos, enfocados y no escalatorios”, y que no se atacaron instalaciones militares pakistaníes.
Pakistán confirmó los bombardeos y reportó al menos tres civiles muertos, incluyendo un menor, y doce heridos. Según fuentes militares de Islamabad, fueron impactadas cinco zonas: Kotli, Muzaffarabad y Bagh en Cachemira pakistaní, y Ahmadpur East y Muridke en la provincia de Punjab. Testigos en la región fronteriza informaron sobre intensas explosiones, cortes eléctricos y sobrevuelos de aviones de combate.
El portavoz del ejército pakistaní, general Ahmed Sharif Chaudhry, calificó la ofensiva de “cobarde” y advirtió que habrá una respuesta “en el momento y lugar que elija Pakistán”. Según indicó, entre los sitios atacados figuran incluso dos mezquitas.
La escalada actual es la más grave desde 2019, cuando India bombardeó territorio pakistaní tras otro atentado en Cachemira. Desde el ataque en Pahalgam, ambos países han endurecido sus posturas diplomáticas: India cerró pasos fronterizos, suspendió un tratado de aguas y pidió a sus ciudadanos abandonar Pakistán, mientras Islamabad expulsó a diplomáticos indios y suspendió el comercio bilateral.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, calificó los hechos de “vergüenza” y expresó su deseo de que el conflicto “termine muy pronto”.
India y Pakistán, ambas potencias nucleares, mantienen una disputa histórica por la región de Cachemira desde su independencia del Reino Unido en 1947.
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