Ni separatistas, ni racistas, somos diversos y pueblo

Santa Cruz es una tierra de cambas, collas, chapacos, orureños, vallunos, camireños, brasileros, alemanejes, menonitas..... Pero no hay raza pura. Y nadie se los discrimina o se los expulsa.

Santa Cruz es una tierra de indígenas, afrobolivianos, campesinos, colonos, agroindustriales, ganaderos, karay. Pero no de pongos ni esclavos.

Santa Cruz es una tierra donde cada fiesta departamental bailamos y la sentimos como nuestra: 16 de julio, 10 de febrero, 25 de mayo, 14 de septiembre, 15 de abril, 10 de noviembre, 1 de octubre, 18 de nioviembre, 24 de septiembre. Y a nadie se le dice nada cuando salen a festejar.

Santa Cruz es una tierra de mil sabores y de las comidas más caseras del mundo mundial: majadito, pampaku, salteñas, sillpancho, picante de pollo, churrasco, sajta de pollo, chicharrón cochabambino, mondongo, ají de lengua, asaditos, truchas, etc. Y a nadie se le pide o se le mete con cuchara que solo coma masaco.

Santa Cruz es la tierra de los ritmos diversos: folklóricos, morenadas, chacaceras, cumbias, reggeton, sambas, tinkuys, chamame, carnavalito, poupurri, rosita pochi, taquiraris. Y nadie se le prohíbe que haga sus pasitos más preferidos en un baile, en las calles, en la promo, en las frater.

Santa Cruz es una tierra de las oportunidades, donde llegan miles miles de ciudadanos de otros lugares del país y hacen patria, hacen negocio y luego se convierten en prósperos empresarios. Y nadie les envidia, ni les queman sus negocios.

Santa Cruz estuvo de Feria, y en la Expocruz hicieron gala de presencia y de manifestaciones las culturas del occidente y el cruceño los aplaudió.

Santa Cruz tiene que ser una sociedad del pluralismo político, en la que las personas pueden ser de izquierda, derecha, centro, trostkistas, comunistas, socialistas, fachos y no por ello, lo van a cruicificar o marginar.

Santa Cruz es una tierra de una multiplicidad de religiones: católica, evangélica, mormones, cristianos. Y a nadie se los excomulga ni se los quema.

Santa Cruz es la tierra de las virgencitas: Adoramos y amamos a la Mamita de Cotoca, Urkupiña, Lourdes, Copacabana, Guadalupe. Y siempre nos dieron salidas a los problemas.

Santa Cruz es una tierra de la diversidad sexual: gays, trans, bisexuales, lesbianas, heterosexuales y nadie se los persigue ni se los mete preso.

Santa Cruz es una tierra que tiene un sueño, como ese que luchó Andrés Ibañez: ser igualitaria, pero lo llenaron a balazos.

El pueblo, si nosotros el pueblo, somos Santa Cruz y no somos separatistas, discriminadores, odiadores, violentos y creo que somos la mayoría, no unos cuantos bravucones o regionalistas radicales que creen que con paradas de gallos peleadores, van construir más cruceñidad. Y nos quieren hacer creer que el uno piensa como ellos o carajea como ellos, somos traidores y enemigos de esta bella tierra de mi corazón.

“Abiertos horizontes en cielos infinitos,

ni flechas ni arcabuces volvieron a la guerra;

y en las maravillosas colinas de Chiquitos,

ayer, ahora y siempre, Santa Cruz de la Sierra”.

(Raul Otero Reiche)

Hernán Cabrera es periodista y analista