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11/04/2024
Ventana Jurídica Internacional

Megapuerto en Chancay, disputa con solución a la vista

Walker San Miguel
Walker San Miguel

La República del Perú ha encarado un proyecto de enorme magnitud: la habilitación de un megapuerto sobre el Pacífico (en la región de Chancay, a 77 kilómetros de la ciudad de Lima) con características inéditas y que se convertiría en uno de los puntos clave del comercio internacional, además de posicionarse como el puerto más importante de Sudamérica.

Para hacer realidad dicho proyecto, el Gobierno peruano adjudicó a la gigante estatal china Cosco Shipping la construcción de la enorme infraestructura portuaria. Cosco Shipping es una de las empresas más grandes del mundo en transporte internacional de contenedores.

El año 2016, durante el Gobierno de Ollanta Humala, la Autoridad Portuaria Nacional del Perú (APN) adjudicó al consorcio conformado por Cosco Shipping (de China) y la empresa minera Volcán (de Perú) la construcción del megapuerto. La transnacional china posee el 60% de participación frente al 40% de la empresa peruana.

El proyecto está dividido en una zona logística y una zona portuaria. La inversión más significativa se encuentra precisamente en la portuaria, calculada en 1.820 millones de dólares, mientras que para la zona logística se calcula un monto de 240 millones. La terminal portuaria moverá productos sólidos, líquidos y carga rodante. Todo el complejo comprende cerca de 900 hectáreas y, una vez en operación, la actividad importadora y exportadora crecerá al punto de convertirlo en un hub de carga de la región sudamericana.

A la fecha se tiene un avance de obras civiles ejecutadas de más del 80% en el puerto y en las obras complementarias, pero aún falta mucho por hacer en la zona urbana circundante, así como en la dotación de servicios de todo tipo que se requerirán cuando miles de trabajadores desarrollen sus actividades, cientos de barcos arriben a la terminal portuaria y surjan servicios concomitantes. Se prevé la inauguración del complejo para el mes de noviembre de este año. Sin duda, se trata de una obra faraónica que hará de Chancay el puerto mejor conectado con el Asia, Pacífico, y competirá con Panamá, Manzanillo (México), Valparaíso (Chile) y Callao (Perú).

Sorpresivamente, el presidente del Directorio de la APN, almirante en retiro Walter Tapia, formuló una declaración a fines de marzo pasado, cuestionando la exclusividad del consorcio Cosco Shipping-Volcán para la operación del puerto de Chancay anunciando, además, que se presentó una demanda para revocar dicha exclusividad generando, de ese modo, una controversia con el consorcio cuyo representante contestó en sentido que se había pactado la exclusividad de la explotación de los servicios portuarios esenciales mediante acuerdo suscrito el año 2021 entre la propia APN y la empresa Cosco Shipping Ports Chancay Perú S.A., subsidiaria de la transnacional china.

El asunto de gran connotación pública escaló aún más, el Ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Ricardo Pérez-Reyes Espejo, solicitó la renuncia del director de la APN, que había generado la controversia. El Congreso peruano convocó al Ministro a prestar informe sobre la situación y el Presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, declaró hace pocos días que confiaba en una pronta solución a la disputa, a fin de garantizar la prosecución de las obras y la inauguración del complejo portuario.

La controversia ya tiene un matiz jurídico, pues la APN solicitó al procurador del Ministerio de Transportes y Comunicaciones que presente la demanda contenciosa-administrativa y pida la nulidad del acuerdo que otorga al consorcio Cosco Shipping la exclusividad de los servicios esenciales en el puerto de Chancay. La demanda fue efectivamente presentada por el señalado procurador, lo que provocó que el representante del consorcio empresarial indicara que tomarían también medidas legales en resguardo de sus intereses.

Perú tiene en China a su principal socio comercial y ha suscrito un Tratado de Libre Comercio el año 2009, que incluye un capítulo de promoción y protección de inversiones. Al ser la empresa líder del consorcio de nacionalidad china, por supuesto que gran parte de la carga de ultramar que manejará el puerto de Chancay será también de operadores chinos.

De ahí que no resulta sorpresivo que el presidente del Consejo de Ministros –la principal autoridad del Poder Ejecutivo peruano, después de la presidenta Dina Boluarte–, interviniera en el conflicto indicando estar consciente que la disputa “está generando una perturbación, indeseada, por cierto, porque genera incomodidad cuando yo establezco reglas del juego”. De manera coincidente el vocero del consorcio indicó que la demanda “afecta la seguridad jurídica del país y se desconocen varios compromisos del TCL entre Perú y China”.

Se prevé en los siguientes días una decisión política, que podría implicar el retiro de la demanda contenciosa administrativa contra Cosco Shopping, manteniéndose así la exclusividad del consorcio cuando opere plenamente el megapuerto; aunque las visiones contrapuestas no terminan, ya que han surgido planteamientos en sentido de reformar la Ley del Sistema Portuario a objeto de otorgar facultades a la APN para otorgar licencias de operación exclusivas a determinadas empresas privadas.

Si todo se soluciona y el consorcio finaliza las obras en pleno desarrollo, el megapuerto de Chancay sería inaugurado en diciembre de este año cuando se realice la cumbre de APEC (Foro de Cooperación Asia Pacífico, integrado por 21 países) que se llevará a cabo en Lima y que será un nuevo escenario de una disputa de mayor calado, protagonizada por Estados Unidos y China, los dos gigantes que parecen avizorar para las siguientes décadas una nueva era bipolar en las relaciones económicas internacionales, con una serie de consecuencias para el resto del mundo, incluyendo por supuesto a Sudamérica.

Walker San Miguel es abogado. 



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