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03/01/2022

Litio: No es tiempo de las cosas menudas

No hay peores palabras que las que no se terminan de decir. Este año el mundo dirá adiós al petróleo y dará la bienvenida definitiva al litio. Será también el inicio de una gran crisis acompañada de grandes cambios tecnológicos principalmente en los campos de las energías renovables, la propulsión eléctrica en la industria automotriz global, la inteligencia artificial y la computación cuántica.

No es que no se hayan dado ya importantes avances en todas estas áreas, sino que el 2022 se producirán eventos específicos que conducirán a la humanidad al advenimiento acelerado del sexto paradigma tecno-económico desde la primera revolución industrial.

Tampoco se trata de sostener que el 2022 se consolidará el nuevo proceso de transformación industrial y postindustrial que señalará una nueva etapa civilizatoria en nuestro planeta. Lo que se pretende poner de manifiesto es que en 2022 se producirá el punto de arranque irremediable de todo lo anterior.

A diferencia de otros momentos paradigmáticos en los cuales Bolivia sólo vio pasar las cosas, esta vez, nuestro país tiene una oportunidad de oro. Sin embargo, las oportunidades importantes casi siempre llegan de la mano de enormes desafíos. ¿Estará Bolivia a la altura de las circunstancias que nos ha deparado el destino? Mientras empezamos a pensar en cómo debiéramos organizarnos para asumir el rol protagónico que nos corresponde, les voy pasando algunos datos.

1) En los últimos 12 meses, el precio del litio se multiplicó por 6.

2) Las ventas de vehículos eléctricos cerrarán el año 2021 con más de 6 millones de unidades, un incremento del 100% respecto a 2020. Por cierto, solamente Tesla cerró el 2021 con 936.172 vehículos eléctricos vendidos, con un incremento de 87,4% con relación a 2020.

3) En 2021, Estados Unidos (EEUU) emitió una orden ejecutiva presidencial para que a partir del 2030 la mitad de las ventas de la industria automotriz del país del norte sea de vehículos eléctricos.

4) En Europa, todos los países han establecido límites para la producción y venta de vehículos a combustión interna. Éstos arrancan en 2025 con Noruega, mientras que el resto de los países han aprobado prohibiciones a partir de 2035.

5) China es el líder del mercado de vehículos eléctricos con una participación de más del 50%. En 2021 habría registrado más de 3 millones de vehículos eléctricos, un aumento de más del 178% con relación al año anterior.

Esto es cuestión de vida o muerte. No hay tiempo que perder. Este es el momento en que deberíamos tener a los mejores hombres y mujeres a la cabeza del gobierno. El pueblo boliviano ya no tolerará más proyectos fallidos. Ahora es cuando se empieza a jugar la partida final de ajedrez del cambio paradigmático global para los próximos 50 años. No solamente necesitamos un gobierno a la altura de los grandes desafíos, sino también una oposición política capaz de enfrentar con entereza uno de los momentos más críticos de nuestra historia. El éxito del nuevo paradigma tecno-económico depende de Bolivia. Es el único país que puede garantizar no sólo la cobertura de la demanda potencial de litio (y otros recursos evaporíticos), sino también una estabilidad de precios que permita la consolidación del nuevo modelo.

Todo esto va más allá de nuestros buenos o malos deseos. Las presiones geopolíticas serán cada vez más intensas. El mundo ya ha cruzado la línea; ahora ya no habrá vuelta atrás. Es poco probable que el litio sea un cuello de botella. Esto sólo se lo podrían permitir países como China o EEUU. Bolivia es un país demasiado pequeño como para paralizar el mundo.

Urge entonces una alianza estratégica no sólo entre empresas de los países del llamado "Triángulo del Litio" (Argentina, Chile y Bolivia) sino también con compañías provenientes de otros países sudamericanos (Brasil, Perú, Colombia) poseedores de otros recursos naturales estratégicos y otras capacidades (ensamblaje tecnológico, mercado, etc.), y conglomerados empresariales de alta tecnología en los campos del almacenaje de energía y la propulsión eléctrica para ser parte del desarrollo de la cadena de valor energética del litio y otros recursos evaporíticos a nivel subcontinental.

En estos días tan cruciales para el futuro de las próximas generaciones de bolivianos y bolivianas, ¿dejaremos que otros decidan por nosotros?

La falta de visión estratégica en la búsqueda de los grandes intereses del país de nuestra parte podría resultar no necesariamente en que Bolivia no sea parte del nuevo paradigma tecno-económico sino más bien en que no se beneficie adecuadamente del mismo.

Juan Carlos Zuleta es Analista de la economía del litio



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