Hoy existe secreto total sobre la marcha de los cónclaves. No siempre fue así: en el pasado, cartas, diarios y otros escritos de cardenales y sus asistentes ofrecían relatos reveladores de lo que ocurría en las reuniones convocadas para elegir un papa.
Brújula Digital|04|05|25|
El diario británico The Guardian ha realizado un repaso a los más polémicos cónclaves del pasado.
En la actualidad, estos están impregnados de misterio: los cardenales electores juran secreto, al igual que los cocineros, choferes, médicos y otros que apoyan sus deliberaciones. Antes de que comience el cónclave este miércoles 7, la Capilla Sixtina será revisada en busca de dispositivos electrónicos de espionaje, se instalarán inhibidores de señales y se colocarán recubrimientos especiales en las ventanas para evitar que los escáneres láser capten cualquier sonido.
No siempre fue así: en el pasado, cartas, diarios y otros escritos de cardenales y sus asistentes ofrecían relatos reveladores de lo que ocurría en las reuniones convocadas para elegir un papa.
Aquí, con la ayuda de los historiadores Vanessa Corcoran de la Universidad de Georgetown en Washington y Miles Pattenden de la Universidad de Oxford, The Guardian repasa algunos de los cónclaves más notables del pasado.
236 d.C
Este fue el año en que una paloma se posó sobre la cabeza de un sacerdote llamado Fabián, lo que los cardenales interpretaron como el Espíritu Santo descendiendo sobre él. Fabián fue elegido Papa por unanimidad.
1241
Los cardenales fueron encerrados en el Palacio del Septizodio de Roma bajo un calor sofocante y condiciones insalubres. Uno murió y varios enfermaron, y las facciones no lograban ponerse de acuerdo sobre un nuevo Papa. Frustrados por las lentas deliberaciones, los romanos amenazaron con desenterrar el cuerpo del recién fallecido Gregorio IX. Finalmente, los cardenales eligieron a un hombre anciano y debilitado, que tomó el nombre de Celestino IV. Murió 17 días después, antes incluso de ser entronizado.
1268-1271
La elección papal más larga de la historia duró dos años y nueve meses, principalmente debido a las luchas internas entre facciones de cardenales. Tres de los 20 cardenales electores murieron antes de que se tomara una decisión.
Los cardenales, divididos entre carolinos y gibelinos, se reunieron en la ciudad de Viterbo, que se convirtió en la sede papal ya que Roma había caído en manos de mafias criminales. Dos años después de comenzar sus deliberaciones, los exasperados ciudadanos tomaron medidas drásticas para forzar una conclusión. Encerraron a los cardenales en el Palazzo dei Papi, tapiaron puertas y ventanas y redujeron las raciones a pan y agua. Cuando eso falló, quitaron el techo, exponiendo a los cardenales a los elementos.
Bajo estas condiciones extremas, los cardenales finalmente acordaron elegir a Teobaldo Visconti, quien se convirtió en Gregorio X. Uno de sus primeros actos fue crear las reglas del cónclave, con votaciones diarias, como método para elegir futuros papas.
1378
El papado había regresado recientemente a Roma después de 70 años en Aviñón, en la actual Francia. Gregorio XI, un francés, murió poco después. Mientras los cardenales se reunían para decidir su sucesor, una turba, temerosa de que el regreso a Roma fuera temporal, rodeó el cónclave, exigiendo que eligieran un papa romano (“se non che tutti vi occideremo” (“si no, los mataremos a todos”).
Los cardenales rápidamente eligieron a Bartolomeo Prignano de Nápoles, quien se convirtió en Urbano VI. Pero fue un desastre, y en pocos meses algunos cardenales declararon inválida su elección y celebraron otro cónclave. El elegido, Clemente VII, restableció una corte papal en Aviñón. Hubo en ese tiempo dos papas, uno en Roma y el otro en Aviñón. El cisma duró cuatro décadas, con cada línea de papas reclamando ser el verdadero sucesor y excomulgando al otro.
1492
El colegio cardenalicio se reunió por primera vez en la recién construida Capilla Sixtina. Uno de ellos, Rodrigo Borgia, un hombre poderoso y rico que tuvo varios hijos con múltiples amantes, ofreció a sus colegas lucrativos cargos a cambio de sus votos. Así se convirtió en Alejandro VI.
1503
La muerte de Pío III llevó al cónclave más corto de la historia. En pocas horas, Giuliano della Rovere, un hombre de poco encanto y temperamento violento, se convirtió en Julio II, también conocido como el “papa guerrero” por liderar personalmente campañas militares en nombre de los Estados Pontificios. También comenzó la reconstrucción de la Basílica de San Pedro y estableció la Guardia Suiza.
1605
El cónclave que eligió a Pablo V incluyó una pelea a puñetazos entre cardenales en la que se arrancaron los encajes y volaron los solideos (sombreros de tela de color rojo).
1655
Un grupo de cardenales jóvenes, aburridos por semanas de estancamiento, decidieron gastar una broma a sus colegas mayores. Uno se disfrazó del Espíritu Santo y sorprendió a los miembros mayores del colegio en plena noche. Se dice que un cardenal murió de neumonía después de caer y quedar tendido en el frío suelo, en shock tras la visita nocturna.
1846
Este cónclave eligió al Papa que tuvo el reinado más largo después de San Pedro, el primer papa. Pío IX fue pontífice durante 31 años.
1978
Hubo dos cónclaves este año, en agosto y nuevamente en octubre tras los 33 días de pontificado de Juan Pablo I. El segundo cónclave eligió al primer papa no italiano en 455 años cuando escogió al cardenal polaco Karol Wojtyla. El carismático y conservador Juan Pablo II (posteriormente canonizado por el papa Francisco) se convirtió en uno de los pontífices más populares de todos los tiempos y pasó 27 años como cabeza de la Iglesia Católica Romana.