Brújula Digital y agencias|19|10|23|
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió no solo ayudar a Israel sino también a los palestinos, que han sufrido colosales pérdidas materiales y humanas desde que el Ejército israelí iniciara su retaliación al ataque del grupo terrorista Hamás iniciado hace 12 días.
Biden anunció que Estados Unidos proporcionará 100 millones de dólares en nuevos fondos para ayuda humanitaria a los palestinos en Gaza, que está bajo ataque de Israel, y en Cisjordania, ambos territorios ocupados por Israel desde hace décadas.
“Lo que nos distingue de los terroristas es que creemos en la dignidad fundamental de cada vida humana”, dijo Biden. Si eso no se respeta, “entonces los terroristas ganan”.
Sin embargo, Biden puso en claro que el principal objetivo de la ayuda de su país estará destinada a Israel, y será varias veces superior a la que se espera entregar a los palestinos.
En su visita de menos de ocho horas a Israel, el miércoles, anunció que pedirá al Congreso un paquete de ayuda “sin precedentes” para Israel, aunque no se puede tomar ninguna medida hasta que la Cámara de Representantes elija un nuevo presidente. Biden se reunió con Benjamín Netanyahu, el Primer Ministro, con quien ratificó el respaldo de EEUU.
Cancelada la cumbre con líderes árabes
El viaje de Biden al Medio Oriente tenía como objetivo calmar la región; su idea era viajar primero a Israel y después a Jordania, pero este país canceló la cumbre que debía realizarse con los presidentes de Egipto y la Autoridad Palestina después del ataque con un misil a un hospital de Gaza, en el que murieron unas 500 personas, muchos de ellos niños. Israel señala que el misil fue lanzado erróneamente por Hamás, pero en el mundo árabe se acusa al Ejército israelí haber enviado el proyectil.
Los informes sobre la destrucción en el hospital fueron espeluznantes. Los trabajadores de rescate buscaron entre los escombros manchados de sangre en busca de sobrevivientes. El Ministerio de Salud de Gaza colocó la cifra de muertos en 471, aunque la cifra podría subir.
Unas 3.000 personas se refugiaban allí cuando fue atacado. El Ministerio de Salud de Gaza informó que 3.478 palestinos han sido muertos y 12.065 resultaron heridos en los ataques aéreos israelíes en el enclave sitiado desde el 7 de octubre. Otros 1.400 israelíes han muerto a causa de los ataques del grupo terrorista Hamás.
La semana pasada, Israel ordenó la evacuación de más de un millón de civiles en el norte de Gaza para evitar ser alcanzados por sus ataques contra bastiones de Hamás allí, y eso generó una crisis humanitaria gigantesca de personas tratando de huir.
Aparte del rechazo de los jefes de Estado de Egipto y de la Autoridad Palestina de reunirse con Biden tras el ataque al hospital, la explosión desató la ira en todo el Medio Oriente. En Líbano, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y usaron cañones de agua contra manifestantes que arrojaban proyectiles cerca de la embajada de Estados Unidos al norte de Beirut. En Irán se llevaron a cabo marchas respaldando a Hamás y el enemigo jurado de Israel, con manifestantes portando pancartas que decían “Muerte a Estados Unidos” y “Muerte a Israel”.
Líderes mundiales, desde el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, hasta el presidente ruso, Vladimir Putin, condenaron la explosión en el hospital de Gaza en declaraciones que, sin embargo, evitaron abordar quién tenía la culpa.
Al final de la visita de Biden, la oficina del Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió un comunicado en el que informó que Israel permitirá que alimentos, agua y medicamentos lleguen al sur de Gaza a través de Egipto. Israel reiteró que no permitiría la entrada de ayuda desde Israel hasta que Hamás libere a unos 200 rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre.
BD/RPU