Doppelmayr cobró en Bolivia $us 7 millones de dólares más por kilómetro que en México por un teleférico muy similar

Brújula Digital |7|1|20|

(Nota secundaria)

La empresa austríaca Doppelmayr, cuyo representante en Bolivia es el empresario venezolano Carlos Gill, cobró en México siete millones de dólares menos que en nuestro país por construir un teleférico muy similar.

Doppelmayr ha llegado a un acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México (Alcaldía), para construir un teleférico de 9,4 kilómetros de longitud, por el cual ha demandado 2.925 millones de pesos mexicanos (155,2millones de dólares); el promedio por kilómetros es de 16,5 millones de dólares, dijo el sitio de noticias H Parlante, que dirige Rafael Archondo. En Bolivia el costo fue de 23,1 millones de dólares el kilómetro.

Las cabinas de México son prácticamente las mismas que las de Bolivia, aptas para 10 pasajeros y que van a seis metros por segundo. Ambos teleféricos tienen torres de entre 35 y 40 metros de altura, según el sitio del gobierno de Ciudad de México. Las estaciones serán también similares a las de Bolivia. En México, a diferencia de Bolivia, las cabinas tendrán internet gratis para los usuarios y ventilación.

Los precios de Bolivia y México también incluyen los impuestos, por lo que no existe una explicación razonable del porqué de la diferencia de precio. Con esas cifras, el exceso pagado en Bolivia por el total del teleférico alcanza a 227,2 millones de dólares.

El expresidente Evo Morales hizo aprobar en 2012 una ley mediante la cual se contrató de manera directa a la empresa austríaca Doppelmayr, y se terminó pagando 740 millones de dólares. Si se hubiera logrado el precio pagado en México, el costo total de la obra hubiera sido de 512 millones de dólares, con un ahorro de la mencionada cifra de 227,2 millones de dólares.

El encargado de construir las obras civiles del teleférico es Carlos Gill, un empresario venezolano chavista que también es propietario de La Razón en Bolivia y de los ferrocarriles oriental y occidental. Su empresa fue contratada de manera directa por el gobierno boliviano para la construcción de las obras. Gill admitió que se reunía periódicamente con el expresidente Morales y el exvicepresidente Álvaro García Linera.

En mayo pasado, el gobierno (Alcaldía) de la Ciudad de México rechazó la oferta realizadas por Doppelmayr, que pidió 19 millones de dólares por kilómetro, por considerarla excesiva. Otra empresa internacional que realiza este tipo de trabajos, la italiana Leitner, pidió 13 millones de dólares.

Al final el gobierno mexicano contrató a ambas y logró un precio promedio de 16 millones de dólares, dijo H Parlante. Ambas líneas mexicanas tendrán una longitud de 20 kilómetros, informó la página del gobierno de la Ciudad de México, y estarán concluidas en un año.

En mayo pasado, cuando se dio la primera información al respecto, el ex gerente general de Mi Teleférico, César Dockweiler, dio dos datos que resultaron ser falsos: el primero es que la empresa Leitner ofrece servicios de menor calidad que Doppelmayr, lo que el contrato de México desmiente.

Segundo, dijo que en ese país los precios ofrecidos no incluían los impuestos, lo que también es falso: el periódico mexicano El Heraldo informó que los precios sí incluyen el pago del IVA y otros.

Dockweiler salió del país con rumbo desconocido en diciembre pasado, mientras Gill sigue operando en Bolivia.