El ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, asegura que el decreto marca el inicio de un nuevo modelo de país que pone a la gente en el centro de las decisiones económicas
Brújula Digital|28|12|25|
El Decreto Supremo 5503 representa un punto de inflexión en la política económica boliviana, al transformar radicalmente la relación entre el Estado y los sectores productivos, según afirmó el ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Gabriel Espinoza, en un documento donde expone los alcances de la nueva normativa.
“El Estado deja de ser un obstáculo y pasa a ser un facilitador. Producir, invertir y trabajar formalmente vuelve a tener sentido”, señaló Espinoza al describir el cambio de paradigma que busca implementar el gobierno.
Hace 10 días, el gobierno aprobó el mencionado DS que tiene entre sus principales objetivos el aumento de los precios de los combustibles y de establecer medidas sociales paliativas y otras tendentes a generar crecimiento económico.
En el documento que distribuyó hoy, el ministro no eludió la realidad que atravesaba el país antes de la implementación del decreto. Bolivia venía de una crisis que calificó como “profunda, no solo económica, sino moral e institucional”, caracterizada por lo que denominó un “Estado tranca”, donde la burocracia, la corrupción y la discrecionalidad habían reemplazado al servicio público.
Las consecuencias de esta situación fueron evidentes para la población: escasez de combustibles, inflación que golpeó principalmente a los hogares más pobres, pérdida acelerada de reservas internacionales y destrucción de la confianza en las instituciones.
Estabilidad con protección social
Según el ministro, una de las características centrales del DS 5503 es que combina medidas de estabilización macroeconómica con un “escudo social” diseñado para proteger a los sectores más vulnerables. “No hay política social sostenible sin estabilidad, y no hay estabilidad legítima si no protege ingresos, empleo y dignidad”, argumentó Espinoza.
Entre las medidas de protección social destacan el incremento de la Renta Dignidad, el fortalecimiento del Bono Juancito Pinto y la creación de transferencias extraordinarias focalizadas en los sectores más vulnerables. “Aquí no hay ajuste ciego: hay priorización”, enfatizó el ministro.
Simplificación administrativa
El nuevo modelo redefine la relación entre el Estado y la producción mediante la eliminación de autorizaciones innecesarias, la introducción del silencio administrativo positivo, la creación de ventanillas únicas y el establecimiento de plazos claros para trámites.
Esta transformación busca abandonar “la lógica del control asfixiante” para apostar por “la confianza regulada”, según las palabras del ministro.
En el ámbito energético, el decreto ordena el sistema de precios de los combustibles y elimina distorsiones que alimentaban el contrabando, protegiendo al consumidor durante un periodo de transición. Espinoza fue claro al señalar que “los subsidios mal diseñados no son política social, sino un drenaje regresivo de recursos públicos”.
El ministro defendió que la equidad no se construye con precios artificiales, sino con ingresos protegidos y servicios eficientes.
Capitalismo con reglas claras
El decreto sienta las bases de lo que Espinoza denominó “un capitalismo para todos”, basado en reglas claras, competencia, seguridad jurídica y previsibilidad, en contraposición a un modelo de privilegios y contactos.
La promoción de inversiones estratégicas, con contratos estables y mecanismos de resolución de controversias, busca reinsertar a Bolivia en los circuitos internacionales de financiamiento y producción.
Además, el DS 5503 incluye medidas para la regularización y repatriación de capitales, que el ministro describió como “una herramienta económica excepcional” con exclusiones claras para delitos graves y con el objetivo de fortalecer la liquidez, la inversión y las reservas.
Un inicio, no un final
“Este decreto no es el final del camino. Es el inicio”, concluyó Espinoza, quien calificó la medida como “un cambio de dirección” y “un acto de responsabilidad histórica” para un país que, en sus palabras, “llevaba años avanzando hacia el precipicio”.
El gobierno proyecta que el DS 5503 permitirá recuperar la confianza de inversionistas y ciudadanos, sentando las bases para un crecimiento económico sostenible que beneficie a todos los sectores de la población boliviana.
BD/RPU