La empresa estatal Agencia Bolivia Espacial (ABE) implicó una inversión de 300 millones de dólares en la compra a China de un satélite de comunicación, hoy las oficinas, ubicadas en la zona Sur de La Paz, están abandonadas.
Brújula Digital|25|12|25|
La empresa estatal Agencia Bolivia Espacial (ABE) implicó una inversión de 300 millones de dólares en la compra a China de un satélite de comunicación, cuya puesta en órbita causó incluso llanto de algunas autoridades y manifestaciones organizadas por el gobierno del MAS. Hoy las oficinas, ubicadas en la zona Sur de La Paz, están abandonadas e incluso ha sido retirado el letrero que identificaba a la entidad.
Para 2025, la empresa tenía un patrimonio de solo el 10% del original, equivalente a 30 millones de dólares, y la característica de ser una de las empresas con mayores pérdidas de todas las que creó el MAS.
El despegue del cohete que llevó el satélite a órbita, ocurrido el 20 de diciembre de 2013, causó incluso llanto de la entonces presidenta Cámara de Senadores, Gabriela Montaño, su par de la Cámara de Diputados, Betty Tejada, y al exvicepresidente Álvaro García Linera, que se abrazaron emocionados al ver la transmisión por televisión. también se generó una operación de propaganda típica de los gobiernos del MAS, con gente trasladada por el gobierno para celebrar “el ingreso de Bolivia a la era espacial”.
El país, sin embargo, nunca ingresó a ninguna “era espacial”, y la compra del satélite ni siquiera ayudó a mejorar las telecomunicaciones en el país, que es uno de los que tiene menores índices de acceso a internet de la región, además, a precios muy altos. El llanto de Montaño, Tejada y García Linera quedó como un recuerdo de esa campaña de propaganda, en un tema que no generó mayores efectos en el desarrollo del país.
El préstamo original de 300 millones de dólares fue otorgado por el Banco de Desarrollo de China y es cubierto actualmente por el Tesoro General de la Nación (TGN).
“El satélite nunca demostró con claridad si funciona a plena capacidad, y ahora nos dicen que apenas le quedan cinco años de vida útil, mientras el crédito probablemente se seguirá pagando incluso cuando ya esté inservible”, dijo hace unos meses el economista Julio Linares, actual Viceministro de Coordinación de la Gestión Pública.
En una evaluación de principios de año, Linares señaló que la planilla anual de la empresa asciende a aproximadamente 12,2 millones de bolivianos, lo que equivale a un gasto mensual de 930 mil bolivianos si se incluyen aguinaldos. Con una plantilla de 55 empleados, el promedio salarial mensual se sitúa en torno a los 16.900 bolivianos por trabajador.
Hasta 2024, el déficit acumulado ascendía a 409 millones de bolivianos, lo que explica por qué el patrimonio total de la agencia es tan reducido.
“Son sueldos privilegiados en una empresa que no paga su deuda y genera pérdidas acumuladas”, advirtió Linares en su momento. Hoy la sede ni siquiera tiene un letrero y, según vecinos, es un lugar donde algunas mascotas hacen sus necesidades.
BD/RPU