Sobre el ingenio azucarero San Buenaventura, Camacho cuestionó que la empresa haya recibido un préstamo del Banco Central de Bolivia por Bs 1.832 millones, con una tasa de interés del 1% y un periodo de gracia de 13 años, sin que hasta la fecha haya concluido el pago de su deuda.
Brújula Digital|16|12|25|
El director ejecutivo de la Oficina Técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública, Pablo Camacho, identificó al ingenio azucarero San Buenaventura y a la Empresa Pública Quipus como dos casos críticos que exhiben la situación de las firmas estatales creadas durante los gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Sobre el ingenio azucarero San Buenaventura, Camacho cuestionó que la empresa haya recibido un préstamo del Banco Central de Bolivia por Bs 1.832 millones, con una tasa de interés del 1% y un periodo de gracia de 13 años, sin que hasta la fecha haya concluido el pago de su deuda. “Y encima, que cuando esta planta ya generaba pérdidas millonarias, le extienden el plazo a 13 años. Tiene extensión de periodo de gracia en un total de 13 años. Hasta el día de hoy no ha pagado su deuda, pero sigue operando”, afirmó a Unitel.
En el caso de Quipus, señaló que la empresa se creó con recursos del Estado provenientes de las Reservas Internacionales Netas, que calificó como “dilapidadas”, además de financiamiento del Tesoro General del Estado. Indicó que el proyecto demandó una inversión de Bs 422,5 millones.
“Hoy Quipus está demostrado que lo único que ha servido, y voy a ser muy enfático, era para el ego personal. Estas empresas fueron utilizadas por el presidente en su momento (Evo Morales) para ir de escuela en escuela, de región en región, entregando estas computadoras”, aseguró.
Empresas públicas y rentabilidad
Este lunes, el ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, informó que los gobiernos del MAS crearon 67 empresas públicas con una inversión de 7.750 millones de dólares, de los cuales solo se recuperó el 18%.
Detalló que de nueve empresas estatales existentes en 2006 se pasó a 45, además de 22 subsidiarias. Según la autoridad, solo tres empresas públicas resultan rentables: Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), que pertenecen a sectores estratégicos y generan el 95% de los ingresos.
Al respecto, Camacho señaló que se planteará a las instancias competentes la realización de auditorías técnicas y financieras para conocer el estado real de las empresas estatales. Afirmó que la situación constituye “una caja de sorpresas”.
“Vamos a hacer conocer a Bolivia el estado real de la industrialización. Y bueno, ya el Gobierno, Bolivia tendrá que tomar una decisión”, agregó.
Otras observaciones
Además, este lunes se conoció sobre la existencia de “empresas zombis”, que operan en quiebra técnica, con patrimonios negativos y sin capacidad real de generar ingresos, pero que continúan demandando recursos del Estado.
Camacho también se refirió a otras empresas estatales, entre ellas una planta de confinamiento en Santa Cruz que, según indicó, no cuenta con cabezas de ganado y no logró producir. Señaló que con los pocos recursos disponibles se sembró soya, pero que, al no corresponder al giro del negocio, no se autorizó su comercialización.
Respecto a Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), indicó que se invirtió un billón de dólares y que, hasta la fecha, no se registró producción. Añadió que el principal problema es el factor tiempo, debido a que el avance tecnológico ya desarrolla sustitutos del litio.
Sobre la empresa cementera de Potosí, sostuvo que, pese a contar con tecnología de alto nivel, la planta se encuentra mal emplazada. Aseguró que tampoco logró producir.
“Cuando el presidente (Arce), no me acuerdo si fue el año pasado o el anteaño, fue a inaugurarla con tanta propaganda, pues lo que el presidente recibió, entregó en la planta, era cemento hecho en Oruro que decía “Made in Potosí””, aseguró.
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