Brújula-Digital-1000x155
Brújula-Digital-1000x155
1000 X 155 animación
1000 X 155 animación
Economía | 10/06/2025   03:49

|OPINIÓN|Harvard y Bolivia, la propiedad conmutativa|Amparo Ballivián|

En 1984, empresarios bolivianos diseñaron un plan de ajuste (base del DS 21060) y lo validaron con Jeffrey Sachs. Hoy, Harvard (Ricardo Hausmann) propone soluciones similares para la crisis actual, ratificadas por 90 bolivianos. La receta es clásica: reducir déficit, liberalizar mercados y sincerar precios.

Jeffery Sachs (izq.) y Ricardo Hausmann
Banner
Banner

Brújula Digital|10|06|25|

Amparo Ballivián

Entre mediados de 1983 y mediados de 1984 un grupo de unos 80 empresarios privados se dio a la tarea de elaborar una propuesta para sacar a Bolivia de la crisis económica en la que se encontraba. Se reunieron numerosas veces. Se acordó que en cada reunión se trataría un tema específico.

En algunos temas, no hubo discusión alguna. Todos coincidían en que se debía reducir drásticamente el déficit fiscal, reducir el rol del Estado en la economía y que se debía “sincerar” el tipo de cambio, por ejemplo. Cuando llegó el tema del comercio exterior, todos estaban de acuerdo en que la política comercial debía ser abierta, con la menor cantidad de requisitos posible y con un arancel de importación único. Pero cuando se propuso que esa tasa debía ser tan baja como para que al contrabandista le diera igual pagar el arancel o los costos del contrabando (mayor costo de transporte, coimas y otros), previsiblemente el representante de la Cámara Nacional de Industrias se opuso vehemente. Sus argumentos fueron los típicos cepalinos: protección a la “industria infantil”, Bolivia debía aspirar a ser un país industrial y adláteres. Perdió.

De igual manera, cuando se propuso eliminar todos los controles a las tasas de interés bancarias, el representante de la Cámara de Comercio objetó fuertemente. Perdió.

Después de varios meses, se llegó a un consenso sobre un programa económico para salvar a la “Bolivia que se moría”. La propuesta fue publicada, in extenso, en una separata del periódico Hoy, el 12 de abril de 1984 (tal vez también se publicó en otros periódicos, yo sólo guardo una copia de la separata de Hoy), bajo el título “Lineamientos y Proposiciones de la Empresa Privada para un Programa de Recuperación Económica”. El Directorio de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), por entonces presidida por Fernando Illanes, hizo la redacción final.

No contentos con ello, uno de esos empresarios planteó, con excelente tino, si es que estaban todos seguros que la propuesta era internamente consistente. Es decir, ¿estaban todos seguros que lo que se proponía en un tema no era incompatible con lo que se proponía en otro? No recuerdo si fue esa persona u otra, pero también se convino en que era necesario que la propuesta llevara una especie de “sello de calidad” de alguna institución o persona de prestigio académico internacional.

Algunos de los participantes, o sus asesores, habían sido alumnos de Jeffrey Sachs en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard. Por entonces, Sachs no era un economista muy conocido fuera del ámbito académico de EEUU (algunos dirán que ni siquiera dentro de él), pero sus exalumnos bolivianos aseguraban que era brillante y muy interesado en temas de desarrollo. Un solo dato sirvió para convencer a todos: Jeffrey Sachs era el economista más joven en obtener el cargo de “profesor titular” en toda la historia de Harvard, ¡a sus 28 años! (en el sistema universitario estadounidense se llega al cargo de profesor titular generalmente luego de haber pasado varios años como profesor asistente y, luego, como profesor asociado). 

Así que la CEPB envió una delegación a Boston, para hablar con Jeffrey. Le plantearon la gravedad de la crisis, las soluciones que habían hecho públicas los empresarios privados bolivianos y la necesidad de que esas propuestas llevaran un aval académico. Jeffrey aceptó el reto, con la única condición de que lo acompañaran dos de sus alumnos, para ayudar en hacer los análisis estadísticos. La CEPB aceptó.

Es así que Jeffrey desembarcó en La Paz unas semanas después, acompañado de Felipe Larraín y David Cohen. Felipe luego fue Ministro de Finanzas de Chile y David, la última vez que le seguí el rastro, era profesor de economía en una universidad en París. Dos semanas después emitió su veredicto: lo que había propuesto la CEPB era internamente consistente y el camino adecuado para enfrentar la crisis económica. Sustentó su opinión en varios análisis numéricos, en la medida que existían los datos. Dadas las limitaciones de tiempo, fueron cálculos rápidos.

Si leen las propuestas publicadas por la CEPB en abril de 1984 y las contrastan con el Decreto Supremo 21060, verán una estrecha coincidencia. Lo cual refleja que, los genuinos “padres” del DS 21060 fueron los miembros del Directorio de la CEPB tras las reuniones de esos 80 empresarios. Jeffrey jugó un papel importante, pero no en las propuestas, sino en su validación. Y no es porque los miembros de la CEPB fueran unos genios, sino porque la receta es clásica y archiconocida. Y también se aplica a la actual crisis.

¿Cómo sé esto y porqué lo saco ahora? Pues yo no me doy de creadora del DS 21060, ni mucho menos, ese club ya tiene muchos miembros. Pero fui una testigo privilegiada. En 1983 yo tenía 23 años y fui contratada como economista (la primera) de la CEPB. Cuando Jeffrey aceptó el trabajo, Fernando Illanes me llamó y me dijo “Amparo, quiero que tú no te despegues de Jeffrey y su equipo desde que aterricen hasta que partan. Que los ayudes a conseguir las citas con quienes pidan y les consigas todos los datos que necesiten, en la medida en que existan. Por favor, haznos resúmenes verbales cada dos días”.

Es así que, durante las dos semanas que duró su visita, yo participé en todas las reuniones que tuvieron Jeffrey, Felipe y David. Empezábamos a las ocho de la mañana y terminábamos al terminar la tarde. Entonces nos íbamos al hotel de Jeffrey y empezábamos a hacer análisis posteriores. Jeffrey era una persona muy imaginativa para hacer cálculos “a la rápida”. Se le ocurría, por ejemplo, una forma poco convencional para saber cuánto influiría una devaluación en la inflación y otras cosas similares.

Otros han escrito antes sobre la relación entre Harvard y el 21060, como Roberto Laserna, Raúl Peñaranda y Juan José Toro. Yo saco este relato ahora no sólo para hacer conocer la verdad histórica sobre los orígenes del DS 21060, sino también porque tiene un paralelismo con la reciente reunión en Harvard, promocionada por Marcelo Claure. 

Al igual que entonces, la propuesta actual del Harvard Growth Lab, que dirige Ricardo Hausmann, también responde a los muy conocidos y exitosos principios para resolver crisis en países en desarrollo. Entre las otras cosas que se acordaron en la reciente reunión en Harvard está que el problema no es técnico, es político. Así que no hubo grandes discusiones, aunque sí importantes aportes que habían sido omitidos en la presentación de la prepropuesta hecha por Hausmann.

Así que, si bien en 1984 la propuesta vino de los bolivianos y se le pidió validación a un profesor de Harvard, en 2025 la cosa fue a la inversa: la propuesta vino de Harvard y se les pidió validación a unos 90 bolivianos que asistimos a la reunión. El resultado fue el mismo. Es decir, la propiedad conmutativa se aplica a la relación entre Harvard y Bolivia.

Amparo Ballivián es economista. Fue precandidata a la presidencia de Bolivia.





BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
BRÚJULA-colnatur diciembre-2024 copia
Alicorp-CosasRSE25-300x300
Alicorp-CosasRSE25-300x300
SUBO TEMPORADA 2
SUBO TEMPORADA 2
BURSATIL SEPARATA
BURSATIL SEPARATA