La medida gubernamental del incremento salarial tendrá efecto solo en una minoría de la población, mientras que la mayoría enfrentará mayores presiones inflacionarias sin recibir ajustes en sus ingresos, según análisis del economista e investigador Julio Linares.
Brújula Digital|29|04|25|
La medida gubernamental del incremento salarial tendrá efecto solo en una minoría de la población, mientras que la mayoría enfrentará mayores presiones inflacionarias sin recibir ajustes en sus ingresos, según análisis del economista e investigador Julio Linares.
De acuerdo con datos de la Encuesta Continua de Empleo del primer semestre de 2024, el reciente aumento salarial aprobado por el gobierno beneficiará únicamente al 15,2% de la población con empleo formal, dejando fuera al 85% restante, que incluye a trabajadores informales, cuentapropistas y otros sectores vulnerables.
Este lunes, el Gobierno incrementó el 10 % al salario mínimo y el 5 % al salario básico, luego de un acuerdo con la COB a la que no asistieron los empleadores. Empresarios y analistas criticaron al presidente Luis Arce por la medida, a la que llamaron “demagógica”, “populista” e “irresponsable”.
“Estamos hablando de que cinco millones de personas no serán favorecidas por este incremento, pero sí sufrirán el impacto inflacionario generado por la medida”, explicó Linares. Según el experto, de los seis millones de ocupados en el país, solo un millón tiene empleo formal con contratos, beneficios sociales y acceso a seguridad pública, mientras que el resto se desempeña en condiciones precarias, como la construcción, el transporte o el comercio informal.
Efecto indeseado: mayor gasto público
Linares alertó sobre otro efecto preocupante: cerca de la mitad de los trabajadores formales (alrededor de 500 mil personas) pertenecen al sector público, lo que generará un incremento adicional en el gasto estatal.
“Este aumento salarial representa un autogolpe para el gobierno, ya que elevará sus erogaciones en aproximadamente 3.000 millones de bolivianos”, señaló. “En un contexto de ajuste fiscal, esta medida equivale a ‘apagar el fuego con gasolina’, agravando el déficit sin resolver el problema de fondo para la mayoría de la población”.
El economista cuestionó cómo se compensará este gasto adicional y pidió mayor transparencia en la comunicación oficial sobre los alcances reales de la política salarial. “Sería importante que las autoridades expliquen cómo planean recortar el presupuesto en otras áreas para cubrir este incremento”, concluyó.
Mientras el gobierno defiende el ajuste como un avance social, los datos revelan que su impacto será limitado y podría profundizar las desigualdades económicas en el país.
BD/RPU