Durante su intervención, Siles habló desde una perspectiva personal y recordó la amistad que lo une a Mesa, a quien describió como un “amigo del alma”, tomando la expresión guaraní anguirú.
Brújula Digital|18|11|25|
El académico y escritor Juan Ignacio Siles destacó la trayectoria intelectual, literaria y crítica de Carlos Mesa Gisbert durante la respuesta oficial al discurso de ingreso del político, historiador y periodista a la Academia Boliviana de la Lengua.
Siles subrayó que, más allá de su figura pública, Mesa ha construido una obra cultural profunda que lo convierte en una de las voces centrales para comprender la identidad boliviana. El discurso íntegro de Siles está adjunto a esta noticia.
Mesa, quien fue vicepresidente y luego presidente de Bolivia entre 2002 y 2005, es también egresado de Literatura de la UMSA, fundador de la Cinemateca Boliviana, periodista con 25 años de experiencia y autor de más de una veintena de libros. Su extensa producción documental y sus premios nacionales e internacionales forman parte del perfil que Siles recordó al darle la bienvenida a la institución. Mesa fue incorporado a la Academia de la Lengua.
Durante su intervención, Siles habló desde una perspectiva personal y recordó la amistad que lo une a Mesa, a quien describió como un “amigo del alma”, tomando la expresión guaraní anguirú.
Relató además años de intercambio intelectual, debates y colaboración en proyectos literarios e históricos, como la revisión de manuscritos y la escritura del prólogo de Historia del mar boliviano. También resaltó Soliloquio del Conquistador, obra en la que, afirmó, emerge con fuerza la faceta poética de Mesa.
Siles destacó que, pese a su alta exposición pública, Mesa siempre ha buscado un espacio personal para preservar su capacidad creativa. En ese sentido, lamentó que su incursión política haya interrumpido por momentos su trabajo intelectual, aunque reconoció con respeto su reciente decisión de retirarse de la vida política.
El académico dedicó especial atención al libro La palabra y la trama (2019), donde Mesa reúne ensayos y artículos que, según Siles, revelan su mirada de historiador y periodista sobre la literatura boliviana. Señaló que su aproximación no es teórica ni académica, sino intuitiva y sustentada en una vasta cultura, con énfasis en la relación entre literatura, identidad nacional e historia.
En su análisis de las lecturas propuestas por Mesa en el discurso de ingreso, Siles valoró la identificación de una nueva generación de autores nacidos después de 1980 –Rodrigo Hasbún, Sebastián Antezana, Camila Urioste, Gabriel Mamani, Liliana Colanzi y Quya Reina– a quienes Mesa considera representativos de una exploración literaria centrada en los mundos interiores, el cuerpo y sus abismos. Siles señaló que muchos de estos escritores son más reconocidos en el exterior que en Bolivia y que su diversidad rompe con los cánones tradicionales.
El académico coincidió en que estos autores no conforman una corriente única, pero sí comparten una búsqueda personal y una visión de la literatura como ejercicio de ruptura.
Afirmó que Mesa logra vincularlos a una tradición más amplia, que incluye a autores clásicos del canon boliviano y también a figuras que han desafiado sus límites, como Adolfo Cárdenas, Jaime Saenz u Óscar Cerruto.
Siles remarcó que la obra crítica y literaria de Mesa siempre ha estado guiada por un afán de comprender la identidad boliviana desde múltiples dimensiones –histórica, sociológica, cultural y artística– y que en todas ellas se reconoce un compromiso constante con el país.
“Siempre hay un mismo Carlos, ese que siente un amor inconmensurable por la tierra que le dio la vida”, afirmó al concluir su respuesta.
BD/RPU